El 17 de agosto se inaugura la exposición «6134, del barro al arte»
El 16 de abril miles de residentes de Providencia amanecieron con el barro hasta el cuello. Junto con la pérdida de enseres domésticos a consecuencia del desborde del río Mapocho –cuya responsabilidad recae en Costanera Norte y la constructora Sacyr– la Librería Catalonia perdió más de seis mil libros. En un acto de resignificación, 40 artistas utilizaron los textos como insumos para crear obras de arte.
A más de 100 días de la inundación del río Mapocho y a manera de un acto de denuncia que deje forma en evidencia de cómo en Chile grandes empresas como Costanera Norte y Constructora Sacyr pueden dañar patrimonio ajeno sin rendir cuentas e incluso –como asegura Librería Catalonia– contando con «la pasiva complicidad del Estado», esta librería propuso a más de 50 artistas nacionales participar de un proyecto que permitiera resignificar la pérdida de 6.134 libros destrozados por el barro. En otras palabras, resucitar libros muertos.
“Decidimos donar los libros más dañados para que artistas, consagrados y emergentes, crearan una obra a partir de estos objetos en ruina. Estas serán parte de la exposición «6134, del barro al arte», que se realizará del 17 al 21 de agosto, en la Fundación Cultural de Providencia», explica la librería en un comunicado.
El mismo día de la inauguración las obras se rematarán y los fondos que se recauden serán donados a Fundación La Fuente para instalar una biblioteca en una escuela de escasos recursos de la Región de La Araucanía.
«El sentido de este proyecto, junto con ser una denuncia, es que los libros no mueran. Quisimos que de estos libros destruidos pudieran nacer otros y finalmente cumplieran su objetivo de ser leídos”, explican las propietarias de la librería, Catalina Infante y Laura Infante.
«6134, del barro al arte» será inaugurada el miércoles 17 de agosto, a las 19:30 hrs. La realización de este proyecto está a cargo de la curatoría y producción de Fernando Andreo Castro y Alejandra Tala (Wallpic). Cuenta con el apoyo de Fundación Cultural de Providencia, Ilustre Municipalidad de Providencia y Fundación La Fuente.
