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Descentralización de la innovación y el emprendimiento Opinión

Descentralización de la innovación y el emprendimiento

Todas las regiones de Chile se declaran turísticas, pero en comparación con Argentina y Brasil, el crecimiento es muy bajo, bajo los dos dígitos por año. Lo que falta para conseguir un crecimiento cualitativo es un análisis crítico de cuáles son las reales oportunidades que tiene cada región para desarrollar ventajas competitivas.


Corfo, que es la institución que promueve la innovación y el emprendimiento, tiene oficinas en cada una de las 15 regiones del país. Sin embargo, cuando hay concursos y su posterior repartición de recursos, cada oficina regional debe consultar a Corfo a nivel central, que a su vez decide el uso de los recursos en cada una de las regiones.

Cuando hablamos de descentralizar la innovación nos referimos a que las regiones tengan mayor poder y autonomía al momento de decidir en qué invertir, en qué cantidad y en qué industria. Lo que sucede hoy es que, independiente de sus oficinas, cada región debe pasar por el comité central de Corfo para decidir y la mayoría de las veces, el comité central está alejado de la realidad de cada región.

Sucede además que la oficina central de Corfo está sobrepasada y esto redunda en que los proyectos se dilaten y se pierda tiempo valioso y oportunidades.

El único caso diferente en todo el país es Innova Biobio, región donde hay un comité público privado que decide de qué manera invertir los recursos y no se rige por el comité central. La idea es que la experiencia de este comité se replique en todas las regiones y así lograr la anhelada descentralización. Y para eso las Estrategias Regionales de Innovación (ERI) son a mi juicio el aspecto que se debe fortalecer. Las ERI son la carta de navegación para que las regiones sepan en qué invertir según sus vocaciones productivas y sus motores de desarrollo.

Por ejemplo, todas las regiones de Chile se declaran turísticas, pero en comparación con Argentina y Brasil, el crecimiento es muy bajo, bajo los dos dígitos por año. Lo que falta para conseguir un crecimiento cualitativo es un análisis crítico de cuáles son las reales oportunidades que tiene cada región para desarrollar ventajas competitivas.

La diversificación de la matriz productiva de Chile es otra reflexión que se debe hacer para crear nuevas industrias, cada región tiene su potencialidad productiva que es necesario desarrollar para no depender todo el tiempo del cobre.

Patricio Ovalle, director del Centro de Competitividad de la Universidad del Pacífico.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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