Desde su publicación en 1947 en la desaparecida editorial Rapa Nui, este niño, su hermana Ji y la empleada Domitila, entre otros personajes, se convirtieron en clásicos no sólo para niñas y niños de Chile, sino de varios países de Latinoamérica y el mundo, gracias a la publicación de los 12 volúmenes de la saga publicada entre ese año y 1974. La serie «Las aventuras de Papelucho», del director Roger Emhart (Santiago de Chile, 1984), actualmente es realizada por la productora de animación Wild Bunch Studio (Barrabases) con fondos del CNTV. Sus realizadores además apuntan a filmar un total de 26 episodios con miras a alcanzar el mercado global.
Una serie de televisión de 13 capítulos que da vida a Papelucho, el emblemático personaje de la literatura infantil de la escritora Marcela Paz (1902-1985), que en septiembre próximo cumplirá 70 años de existencia, será estrenada el próximo año en el canal UCV Televisión.
«Las aventuras de Papelucho» explorará la relación de este popular niño con su hermana Ji, «quien lo someterá a diversos conflictos por sus reiteradas desapariciones. En la búsqueda de su hermana Papelucho vivirá muchas aventuras y deberá sortear desafíos para encontrarla, lo que le permitirá entender el verdadero sentido de ser un hermano mayor», según adelantó el canal.
Desde su publicación en 1947 en la desaparecida editorial Rapa Nui, este niño, su hermana Ji y la empleada Domitila, entre otros personajes, se convirtieron en clásicos no sólo para niñas y niños de Chile, sino de varios países de Latinoamérica y el mundo, gracias a la publicación de los 12 volúmenes de la saga publicada entre ese año y 1974.
La serie «Las aventuras de Papelucho», del director Roger Emhart (Santiago de Chile, 1984), actualmente es realizada por la productora de animación Wild Bunch Studio (Barrabases) con fondos del CNTV. Sus realizadores además apuntan a filmar un total de 26 episodios con miras a alcanzar el mercado global.
«La animación chilena está un momento de auge, las producciones están cada vez más profesionales y luego del corto ‘Historia de un Oso’ el mundo finalmente miró nuestra industria», dice Emhart. «Ahora debemos capitalizar este momento con buenos productos que también puedan conquistar el mercado internacional».
La serie es un nuevo intento para llevar a la pantalla a este personaje después de la película «Papelucho y el marciano» (2007), de Alejandro Rojas, y cuenta con el aval de los herederos de Marcela Paz, incluida su hija Paula Claro.
Aunque ese film «fue una gran experiencia muy trabajada y con muy buenas relaciones tanto con Cineanimadores como con Canal 13», Claro cree que no logró lo esperado, «quizás por falta de recursos, pero principalmente porque no se consiguió plasmar en la pantalla, en forma clara y fuerte, la personalidad de este personaje creado por Marcela Paz».
Tal vez por eso, se decidió dar una nueva oportunidad «y aportar a todos los niños una serie con los valores de Papelucho y con sus inquietudes», en palabras de Claro.
«Nos pareció necesario poder estar presentes con Papelucho en esas inmensas horas del día en que los niños están frente al televisor», comenta.
El contacto entre Claro y la productora se produjo cuando Wild Bunch realizó un servicio de animación para la obra de teatro “Perico trepa por Chile”, basada en otro libro de Marcela Paz.
«Cuando terminamos el trabajo en la obra, nos dimos cuenta que podíamos ofrecer hacer la serie de Papelucho, no perdíamos nada intentándolo», explica Simón Barrionuevo, productor ejecutivo y director de animación en Papelucho.
El propio Emhart conocía al personaje de sus lecturas de niño. «El principal recuerdo que tengo es esa sensación de comunión, de entrar en territorio que conoces, con un personaje que no peleaba con dragones, monstruos o amenazas difíciles de reconocer, sino con ‘amenazas’ con las que yo me podía identificar», cuenta.
Por ejemplo, «figuras paternas qué a uno, derechamente, no lo entienden, con hacer algún destrozo y buscar la forma de salvarse de un castigo o él tener que lidiar con un mundo que, desde tu perspectiva de niño, sencillamente no te hace ningún sentido. Cosas chicas, pero que en retrospectiva, sí representaban un desafío, un desafío al que Papelucho nunca le hizo el quite».
Tras recibir los permisos, la productora realizó un teaser de la serie, con el cual logró que Isabel Martiñon, famosa actriz de doblaje mexicana conocida por ser la voz de Ben 10 y Naruto, entre otros, se interesara en el proyecto.
Durante 2016 la productora además se adjudicó el fondo del CNTV en la categoría de animación infantil, y eso les permitió empezar a producir los primeros 13 capítulos, que serán de 11 minutos de duración cada uno.
Los guiones de la serie de hecho son una mezcla. «En vez de seguir linealmente la historia de un libro en particular, elegimos varias anécdotas por cada libro o aquellas situaciones que determinamos que quedarían entretenidas al verse animadas y los transformamos en capítulos auto conclusivos», cuenta su director.
Fueron múltiples los desafíos que debió enfrentar la serie, admite Emhart. «La principal dificultad en relación al contexto de la obra fue lidiar con esa diferencia que se aprecia en nuestra sociedad actual versus lo que se veía en el Chile de esos años. Una sociedad un poco más machista y con otra visión de mundo», dice.
«Ahora vivimos en una sociedad más cosmopolita donde miles de realidades se aceptan y comparten a diario, por lo cual para adaptar la serie a estos tiempos necesitábamos un producto lo más neutro posible en ese sentido, siempre respetando la historia y al personaje, pero acomodándolo a los estándares del presente, como por ejemplo respecto a temas como el rol de la mujer en la sociedad y el tratamiento de la fe», dice.
Sin embargo, muchas cosas del Papelucho del libro se conservan en la serie.
«Papelucho es un niño con una imaginación súper grande y con una capacidad para meterse en problemas más grande todavía, pero con un gran corazón», dice Emhart. «No se achica ante un problema, todo lo contrario, hace su mayor esfuerzo para solucionarlo, aunque muchas veces la solución termine enredándolo todo, pero lo intenta una y otra vez, así que también es un optimista sin remedio», dice.
Todas estas son características que han permitido que este personaje conserve su vigencia a siete década de su creación.
«Papelucho es un niño igual a todos los niños: piensa como niño, siente como niño y hace miles de cosas que hacen todos los niños», comenta Claro. «Él vive en su mundo de realidad-imaginativa y, su particularidad, es que es un niño capaz de expresar lo que siente, sus juicios, sus penas y desilusiones, tanto como sus esperanzas, ilusiones e ideas, verbalmente en su diario».
Es a partir de estos rasgos universales que los creadores de esta nueva serie quieren llegar al mercado global.
«Creemos que es más fácil iniciar la exportación a nivel latino y, por qué no, luego salir al resto de mundo», dice Emhart. Por eso la voz principal corresponde a una actriz mexicana, con un español neutro comprensible en todo el continente, aunque también hay muchos actores chilenos de doblaje, como Christian Lizama, Vanessa Andrade, Carolina Highet, entre otros.
“Una vez que logramos articular la relación entre Papelucho y su hermana Ji, nos dimos cuenta que teníamos los ingredientes universales para poder salir al extranjero e intentar lograr algo grande. La animación chilena está muy bien posicionada en el extranjero, y ha conseguido varias ventas para canales internacionales», dice Barrionuevo.
Y aunque la serie no está terminada y por lo tanto es difícil opinar, Claro opina que «los libretos son buenos, las imágenes también, y se está trabajando intensamente en lograr la producción. Hemos tenido una estrecha participación en todo este proyecto con mucha empatía y buena onda».
Estos 13 episodios estarán listos aproximadamente en marzo de 2018, tras 16 meses de trabajo y gracias al financiamiento del Consejo Nacional de Televisión (CNTV). UCV-TV tiene la emisión en Chile de estos, por tres años renovables. Los realizadores esperan que la serie comience a emitirse durante el segundo semestre de 2018.
Ahora, con un equipo de 22 personas y ya seis años de existencia, Wild Bunch Studio espera obtener financiamiento para producir otros 13 capítulos más del programa, entre otros mediante la Ley de Donaciones Culturales, donde su hermana Ji tendrá un papel aún más importante.
