Publicidad
«Ciudad berraca»: La novela que habla sobre la tensión entre chilenos y colombianos en Antofagasta CULTURA

«Ciudad berraca»: La novela que habla sobre la tensión entre chilenos y colombianos en Antofagasta

El libro cuenta la historia de Jean, un joven colombiano que llega al norte junto a sus padres y hermanos para probar suerte lejos de las balas y la guerrilla. En ella Rodrigo Ramos Bañados construye una novela ferozmente crítica sobre la inmigración, sobre el Chile contemporáneo, y nos enfrenta de cara a los peores vicios de una sociedad conservadora y racista.


Una novela sobre la migración colombiana en Antofagasta es «Ciudad Berraca» (Alfaguara), del escritor Rodrigo Ramos Bañados (1973).

El libro cuenta la historia de Jean, un joven colombiano que llega al norte junto a sus padres y hermanos para probar suerte lejos de las balas y la guerrilla en la principal ciudad minera de Chile.

Ramos Bañados construye «una novela ferozmente crítica sobre la inmigración, sobre el Chile contemporáneo, y nos enfrenta de cara a los peores vicios de una sociedad conservadora y racista», según la reseña editorial.

El autor es autor de las novelas Pop (2010), Namazu y Pinochet Boy (2016), todas ambientadas en la zona norte del país, donde vive en la actualidad. Ha sido becario del Fondo Nacional del Libro y la Lectura en dos ocasiones.

Entre la violencia y el vértigo

En la región de Antofagasta, donde viven 400.000 personas, residen 27.000 ciudadanos del país cafetero, un cuarto del total de la colonia en Chile. Llegan huyendo de la violencia y la pobreza en su país, y atraídos por la facilidad de obtener trabajo, el orden y la seguridad en Chile.

Sin embargo, la integración no ha sido sencilla. Los altos costos de la vivienda los han relegado a construir sus viviendas en las tomas de los cerros. Por su color de piel, muchos además han sufrido racismo. En un país gris, donde la gente habla bajito, su bullicio y colorido además llama la atención. Y los choques con los chilenos no han faltado.

«Hasta un plátano había brotado de la nada a un costado de la plaza, y ese perturbador árbol, de tallo laxo como el miembro de un caballo negro, horrorizaba a los nativos. Esto era Chile, el frío Chile, el antártico Chile, el sureño Chile, el europeo Chile y el blanco Chile: un país sin plátanos», escribe Ramos.

En este libro, «colombianos y antofagastinos se enfrentan por habitar una ciudad que nadie reconoce. Comienza a gestarse la nueva Antofalombia, un lugar desconcertante para todos», según sus editores.

«‘Ciudad berraca’ se equilibra entre la violencia y el vértigo mientras sale a la búsqueda de una lengua literaria que hable de las fronteras simbólicas de un nuevo y precario Chile que debemos aprender a mirar con urgencia», opina el escritor Álvaro Bisama.

El título hace alusión a una palabra muy usada en Colombia, «berraco», que significa «difícil» en jerga cafetera.

Ramos Bañados: Chile tiene «una falta de comprensión de lo que somos y de nuestro contexto».

Experiencia de primera mano

Ramos Bañados construyó esta novela gracias a su experiencia como periodista en el diario El Mercurio de Antofagasta, donde empezó a conocer de cerca la realidad de los colombianos que empezaron a llegar a la ciudad en forma masiva durante el primer gobierno de Bachelet.

«Empecé a hacer notas de ellos, a contar historias. Fue interesante en la ciudad, de toparse con negros en las calles. Antes no había, sólo para la operación Unitas. De niño recuerdo ver uno y pedirle un autógrafo».

La llegada de negros tiene que ver con que esa primera migración llegó de Buenaventura, el principal puerto colombiano sobre el Pacífico, donde la mayoría de los habitantes es de ese color. Por su condición es clave para la exportación de drogas, por lo cual hay una importante presencia de narcotraficantes y la consiguiente violencia. En 2016 su tasa de homicidios entre los varones fue de 30 por cada 100.000 habitantes, seis veces más que el promedio chileno. Además el 80% de la población vive en la pobreza y el desempleo supera el 50%.

«Se empezó a correr la voz de que Chile era el país económicamente más atractivo de Sudamérica, la gente se iba a Estados Unidos o a Chile. En Antofagasta había trabajo, la minería estaba en su esplendor y con posibilidades de hacer una vida tranquila, porque la delincuencia no se compara con Buenaventura, donde es casi de vida o muerte. Escuchaban maravillas del sistema de salud de Chile, que se podía ir al consultorio y atenderse gratis. Empezaron a llegar y a encontrar trabajo, en el comercio, la construcción. También destacaban el clima: a pesar de que es desértico, porque es cálido, no llueve, y puedes armarte tu casa sin preocuparse demasiado del techo. Todo esos factores influyeron».

Familias completas llegaron en bus, entrando por Perú y Bolivia. Ramos incluso recuerda la historia de un hombre que se vino en una moto Vespa.

Primero arrendaban habitaciones en el centro y luego empezaron las tomas en los cerros. «Hoy la ciudad tiene un cordón de campamentos, de norte a sur, que es gigante. Antofagasta debe tener per cápita la mayor cantidad, junto a Viña».

Ramos dice que lentamente la ciudad empezó a cambiar. «También llegaron los prejuicios: que las colombianas le quitaban los hombres a las chilenos, que los hombres eran narcos. La verdad es que por unos pocos, empezaron a pagar todos».

Uno de los puntos álgidos fue en un partido de Chile con Colombia en Barranquilla por las eliminatorias, en 2013. Colombia, con el empate, volvía al Mundial tras 16 años de ausencia. Chile empezó ganando 3-0 en el primer tiempo, pero Colombia empató en el segundo 3-3. Hubo enfrentamientos entre hinchas en el centro y debió intervenir la policía.

Una historia real

El libro, como muchos, es una mezcla de realidad y ficción. En este libro, su protagonista, un adolescente, llega desde Tumaco, otra ciudad de Colombia, junto a su familia, porque han sido amenazados de muerte por narcotraficantes.

«Ellos viajan y llegan a Chile con una niña, que tiene una bala en la cabeza. Son los dos padres y tres hermanos. Y se encuentran con una ciudad que no tiene nada que ver con Colombia, muy tranquila, pero también muy prejuiciosa», relata.

«Esta historia es una ficción, pero está basada en una historia real», dice. «La historia habla de los prejuicios, pero también de lo que piensan los colombianos de nosotros. Muestra Chile como un país que está en proceso de adaptarse al proceso migratorio, al que le gustaría que llegaran a refugiarse italianos, franceses, de acuerdo a nuestros íconos de publicidad y por influencia del cine y la televisión y con una fijación por lo europeo, pero que no se adapta a la migración latinoamericana, con una falta de comprensión de lo que somos y de nuestro contexto. Una sociedad muy patriarcal y de patronaje».

Publicidad

Tendencias