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Rick Wakeman, entre lo sinfónico y progresivo, encantó al público chileno CULTURA

Rick Wakeman, entre lo sinfónico y progresivo, encantó al público chileno

José Miguel Cerda
Por : José Miguel Cerda Comunicador audiovisual
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La fría noche del 6 de julio, en una visita ilustre a los progresivos locales, en que compartió su experiencia, calidad y legado en vida, el pianista británico Rick Wakeman repasó 50 años de carrera en un piano de cola, acompañado por la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Chile.


A las 21:00 horas, mientras el frío y la lluvia eran una antesala a un cálido Movistar Arena, hacía ingreso la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Chile, que acompañaría brillantemente al tecladista británico Rick Wakeman.

De vasta experiencia desde su álbum solista de 1973 “The Six Wives of Henry VIII”, su último proyecto sinfónico lo trajo a Santiago este viernes, con un público cercano a las cuatro mil personas, que mantuvieron un respeto de principio a fin.

Tan así, que los aplausos fueron separados para la orquesta y para el grupo de coristas. Una vez ubicados en sus asientos designados, esperaron la entrada el maestro Wakeman en compañía del director musical, para saludar a un público entusiasta de variadas edades. Había niños con sus padres o abuelos. En su gran mayoría no nacían cuando empezó una carrera de solista a fines de los 70. Esto habla de un artista que prevalece en el tiempo, al que van conociendo nuevas generaciones.

Más allá de ser un gran tecladista, Wakeman prevalece por una brillante serie de obras como lo son “The Six Wives Of Henry VIII”, “Journey To The Centre Of The Earth”, “The Myths & Legends Of King Arthur” y “The Knights Of The Round Table”. En un piano de cola, junto a la excelente Orquesta Sinfónica, que realizó un delicado y coordinado acompañamiento, creó una noche especial de niebla y lluvia.

Fue una experiencia especial y fascinante en su recorrido de estos álbumes y recuerdos varios, desde su trayectoria en “Yes” y “Asia” hasta las producciones en conjunto con su gran amigo David Bowie. Lo recordó a dos años de su muerte, con una versión en piano de “Life on Mars”. Fue uno de los momentos más emotivos de la noche, junto a la versión sinfónica de “Rounbout”, del álbum “Fragile” de Yes de 1971. Allí el coro realmente evocó lo mejor de una época en que comenzaba a imponerse el rock progresivo.

Rick Wakeman tocó por tercera vez en Chile. Ya el 2008 hizo un show brillante en la Quinta Vergara, donde dejó al público atónito con un talento en los teclados y sintetizadores inédito en Chile. La misma calidad la repetió el 2012 en Santiago, en que dejó su nombre puesto entre los grandes exponentes del rock progresivo. Eso sin contar la reunificación de Yes, que tocó en abril de 1998 en el antiguo Teatro Monumental, hoy Teatro Caupolicán.

Wakeman, a sus 69 años de edad, en un piano de cola, transmitió la misma rapidez de sus sintetizadores a las cuerdas. Un veterano hechicero que transmitió a sus manos un embrujo de mezcla progresiva celta en la segunda parte del show. Terminó con un regreso que se repitió tres veces, ante un público que se negaba a abandonar el Movistar Arena. Fue un maravilloso viaje al centro de los corazones de un público que no permitirá que las leyendas progresivas pasen al olvido. Dejó en su visita un recuerdo de calidad excepcional, que el público no olvidará.

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