La oposición de izquierda dejó ver también su rechazo al proyecto presupuestario, aunque su aprobación en el Parlamento parece segura debido a que el Ejecutivo conservador cuenta con mayoría absoluta.
Los dos sindicatos mayoritarios de Portugal anunciaron este lunes la convocatoria de una huelga general para protestar por las últimas medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno, aunque todavía deben fijar la fecha de su celebración.
Así lo aseguró el secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, de orientación comunista), Manuel Carvalho da Silva, tras la reunión celebrada con los representantes de la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista).
Las dos centrales convocaron de forma conjunta una huelga general, por primera vez en 22 años, el pasado 24 de noviembre, que, según datos de los propios sindicato, tuvo un seguimiento del 75 por ciento.
En esta ocasión, tal y como ocurrió entonces, en el centro de sus protestas están los severos ajustes aprobados por el Ejecutivo portugués, que hoy mismo lleva su proyecto presupuestario al Parlamento.
El primer ministro luso, el conservador Pedro Passos Coelho, justificó la adopción de medidas de austeridad adicionales -no recogidas en el acuerdo con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio de su rescate financiero- por la aparición de desvíos en las cuentas públicas por más de 3.000 millones de euros.
El proyecto presupuestario de los conservadores lusos propone, entre otros ajustes, una reducción general de las deducciones fiscales por vivienda, educación y sanidad, así como alteraciones en la tasa del IVA.
En el plano laboral, el Gobierno eliminará hasta 2013 las pagas de verano y Navidad a todos aquellos funcionarios, pensionistas y trabajadores de empresas públicas cuyo salario supere los mil euros mensuales.
También permitirá a las compañías privadas que lo deseen ampliar la jornada laboral de sus empleados durante media hora, que no deberán retribuir, y se plantea reducir el calendario de festivos.
Además de los sindicatos, la oposición de izquierda dejó ver su rechazo al proyecto presupuestario, aunque su aprobación en el Parlamento parece segura debido a que el Ejecutivo conservador cuenta con mayoría absoluta.
El desacuerdo con las reformas gubernamentales se reflejó igualmente en la manifestación celebrada este sábado por el llamado «movimiento indignado», que congregó a decenas de miles de ciudadanos portugueses y durante la que se escucharon consignas contra las nuevas medidas de austeridad.
Está previsto que los sindicatos CGTP -que asegura contar con 700.000 afiliados- y UGT -con cerca de medio millón de miembros según sus propios datos- informen este miércoles sobre la fecha en la que se celebrará huelga general.
