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Mercado escéptico de medidas de Saieh para solucionar crisis de SMU

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Feller Rate recortó nuevamente la clasificación de la empresa. Advierte que la caja no alcanza y duda del éxito del aumento de capital. Bancos le otorgaron las aprobaciones requeridas y un consentimiento temporal.


Los esfuerzos de Álvaro Saieh para sacar a SMU de la crisis financiera son cuestionados por el mercado.

El lunes SMU dio un giro en 180 grados e informó a la SVS que sí venderá Construmart y Mayorsa.

Al parecer, en menos de una semana el empresario cambió de opinión, confirmando lo publicado por el Diario Financiero el lunes pasado. Incluyendo a Monteserrat, las medidas esperan recaudar entre US$ 300 y US$ 400 millones.

La reacción del mercado fue de escepticismo. Feller Rate recortó por tercera vez la clasificación de la empresa. Considera que la caja no alcanza y duda del éxito del aumento de capital. Estima que «bajo este escenario, el plazo necesario para la materialización de un aumento de capital, a través de una oferta pública de acciones, resultaría ser demasiado prolongado para aliviar la situación de stress financiero de SMU».

La agencia recortó a «BB-» desde «BB+» los bonos y obligaciones del holding supermercadista. Además retiró el Crediwatch «Negativo» y lo dejó en «Desarrollo». En el análisis de Feller, «la acción de clasificación responde al mayor stress financiero al que está sometida la compañía, ante una generación de caja que se mantendría fuertemente deficitaria para el segundo semestre 2013, periodo en que encara la necesidad de satisfacer inversiones comprometidas y vencimientos de deuda; con un aumento de capital cuyo plazo de materialización resultaría ser excesivo para inyectar la liquidez necesaria en los tiempos requeridos», explica en el informe.

En el análisis de Feller, “la acción de clasificación responde al mayor stress financiero al que está sometida la compañía, ante una generación de caja que se mantendría fuertemente deficitaria para el segundo semestre 2013, periodo en que encara la necesidad de satisfacer inversiones comprometidas y vencimientos de deuda; con un aumento de capital cuyo plazo de materialización resultaría ser excesivo para inyectar la liquidez necesaria en los tiempos requeridos”, explica en el informe.

La agencia estima que «los resultados de SMU continuarán fuertemente debilitados durante lo que resta de 2013, por lo que la generación de flujos operativos sería insuficiente para cubrir inversiones comprometidas por cerca de US$ 110 millones y vencimientos de deuda financiera del orden de los US$1 20 millones (que incluyen US$ 95 millones de líneas de crédito) durante el segundo semestre».

Feller advierte que los plazos para solucionar el problema de los incumplimiento de los covenants le juegan en contra a Saieh y son otro factor de presión sobre la empresa. Los bonos emitidos por SMU cuentan con un periodo de cura de 90 días corridos y los que colocó SdS (Supermercados del Sur) cuentan con un plazo máximo de 30 días hábiles bancarios, el que vence el 27 de agosto próximo.

Dado el nuevo escenario, la agencia ha corregido a la baja sus estimaciones respecto de la capacidad de generación de flujo operacional de la compañía y agrega que «la corrección de los estados financieros del primer trimestre de 2013 (considerando el efecto de los errores de contabilización informados por SMU) debiera traducirse, en una disminución del margen Ebitda del periodo desde el 3,0 % inicialmente informado a 2,2 %».

Las medidas que comunicó SMU se suman al plan de racionalización anunciado el 25 de julio pasado y que incluye la reducción de la inversión (capex inmobiliario) para 2014-2015 en unos US$ 150 millones. Junto con ello, este jueves se vota en junta de accionistas un aumento de capital de US$ 500 millones, según ha informado la empresa. De estos, Saieh aportaría entre US$ 250 millones y US$ 300 millones.

Esta es una semana clave para la cadena supermercadista. El lunes se terminó el plazo para que la compañía respondiera al banco Bice el emplazamiento que le hizo el lunes pasado. Ello, a fin de informar la fecha en que citará a la junta de tenedores de bonos a los que adeuda la mayor parte de los US$ 700 millones que tiene colocados en bonos.

SMU pisa la cornisa, pues desde el 11 de julio pasado se hizo público que estaba en violación de los covenants acordados con los tenedores de bonos, a los cuales Bice representa. La empresa superó los límites de endeudamiento financiero neto y cobertura de gastos financieros que le pusieron sus acreedores, al reconocer errores en la contabilización del 39 % de sus contratos de arrendamiento y en una cifra cercana a US$ 75 millones (casi $ 39.000 millones).

SMU informó el lunes a última hora que los bancos acreedores “le otorgaron las aprobaciones requeridas y un consentimiento temporal (waiver) para suspender la Obligación de Mantención de Clasificación”.

En un comunicado, la empresa dice que con los waivers “se encuentra bajo cumplimiento de los contratos de financiamiento establecidos previo al cambio de categoría de riesgo establecido por Feller Rate”.

“La rebaja en la clasificación se esperaba, dada la etapa que estamos viviendo, y ésta no tendrá un efecto financiero. Esta clasificación será revisada una vez que se comience a apreciar el resultado de los planes anunciados”, destaca SMU.

Un grupo de bancos que incluye a Banco de Chile, BCI, BancoEstado, Santander, Scotiabank Chile y HSBC (aunque con este último no incumplió la exigencia de clasificación señalada) aceptó hace algunos días congelar la exigencia de clasificación y le dio una serie de plazos para superarla, cumpliéndose el primero de ellos el próximo 13 de septiembre.

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