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Luksic replantea financiamiento para fusión de Vapores con alemanes y mercado aplaude

Luksic replantea financiamiento para fusión de Vapores con alemanes y mercado aplaude

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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La compañía entró definitivamente en crisis en 2009, luego que se desatara la crisis subprime en 2008, la que afectó la demanda por transporte marítimo, como también a los precios de los fletes a nivel internacional.


El anuncio de la firma de un acuerdo no vinculante para fusionarse con la alemana Hapag-Lloyd el 22 de enero pasado desplomó el valor de las acciones de Compañía Sudamericana de Vapores (Csav).

Es que la compañía que controla el grupo Luksic anunció en ese momento que se requeriría realizar un aumento de capital de US$ 600 millones para financiar la compra de barcos (US$ 200 millones) y para alcanzar el 30% de la firma alemana (US$ 400 millones).

La acción cayó 12% de $ 33 a $ 29 y en el resto del mes consolidó una baja de 31%, confirmando la mala recepción que tuvo el mercado al requerimiento de una compañía que ya ha recaudado US$ 2.000 millones en dinero fresco desde 2011 y que parece haberse transformado en un saco sin fondo, con difícil pronóstico, con el único –aunque sólido– respaldo del principal grupo económico del país.

Y aunque no siguió cayendo en los siguientes días, la expectativa del mercado apuntaba a que Luksic apostara por una alternativa distinta para sacar a Vapores de la dramática situación en que ha estado en los últimos años. Las dudas del mercado se evidencian en la paulatina salida que han desarrollado las AFP desde octubre a la fecha. Al cierre del décimo mes de 2013 tenían el 15,72% de la empresa.

Ayer, la compañía confirmó el objetivo de fusión anunciado, pero modificó el camino que pretende seguir para conseguirlo.

Informó, al cierre de la jornada, que seguirá necesitando un aumento de capital de US$ 200 millones para la compra de siete naves portacontenedores de 9.300 TEUs (en construcción en Korea) y para satisfacer las condiciones para el cierre de la transacción, operación que se someterá a junta de accionistas durante marzo próximo. Asimismo, dio una señal de respaldo de Luksic, ratificando que Quiñenco –el holding de negocios industriales del grupo– no sólo aportará lo que le corresponde como controlador, sino que suscribirá lo que no paguen los otros accionistas. Este aumento de capital será concretado durante el primer semestre de 2014.

Aunque no sólo eso. El directorio que lideran el gerente general de Quiñenco, Francisco Pérez Mackena, y el vicepresidente de Vapores, Andrónico Luksic, aprobó por unanimidad que el segundo aumento de capital se concrete durante el segundo semestre y una vez que haya concluido el due diligence de CSAV y Hapag-Lloyd AG (HL) y los procesos propios de la fusión (lo que debería ocurrir en junio de 2014).

Para esta última operación la compañía planteó la mayor novedad. Aunque en principio indicó que requeriría US$ 400 millones, esta vez modificó las necesidades perentorias. Reiteró que se necesita dicho dinero, pero advirtió que, si bien se propondrá un aumento de capital hasta por dicho monto, “el directorio estima necesario que se recaude al menos un monto de US$ 200 millones que permita concurrir al aumento de capital de HL en a lo menos la proporción que le correspondería a CSAV en él y tener recursos para completar los saldo de la transacción”.

Pero innovó en la fórmula de financiamiento para cubrir los US$ 200 millones que eventualmente no se recauden en dicha operación, los que podrían no requerir de aportes adicionales de los accionistas actuales de Vapores y podrían venir de otras fuentes, incluyendo un nuevo socio. “El directorio ha instruido a la gerencia la búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento, ya sea a través de invitar a inversionistas que suscriban directamente acciones de HL en su aumento de capital, en virtud de los derechos de suscripción que le correspondan a CSV; o bien, a través de endeudamiento”.

Así, la empresa se plantea por primera vez la posibilidad de no pedirles a sus accionistas el total de recursos planteados originalmente, dando un respiro a los minoritarios.

La medida tuvo reacción inmediata. La acción saltó 6,4% en los últimos minutos cerrando la jornada con un alza de 3,48%.

En los primeros nueve meses de 2013 Vapores vio una fuerte baja de sus pérdidas netas, que pasaron de US$ 287 millones en enero-septiembre de 2012 a US$ 107 millones en similar período de 2013. Sin embargo, la compañía tuvo pérdidas de US$ 46 millones en el tercer trimestre de 2013 frente a las ganancias de US$ 56 millones en 2012.

La acción cae un 12% en lo que va de año y ya perdió un 35% en 2013, confirmando las dudas que hay en el mercado sobre la capacidad de Luksic para reflotar la compañía. Por ello, la decisión de fusionarse con los alemanes terminó por confirmar que el grupo no logró el reimpulso que esperaba.

Vapores entró definitivamente en crisis en 2009, luego que se desatara la crisis subprime en 2008, la que afectó la demanda por transporte marítimo, como también a los precios de los fletes a nivel internacional.

Eso encontró a la compañía –que en ese momento controlaba Ricardo Claro (fallecido en octubre de 2008)– altamente endeudada en compra de barcos y con contratos de futuros de petróleo que le significaron pérdidas millonarias en periodos posteriores.

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