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Andrés Velasco entra al debate de Piketty y la desigualdad Afirma que propuestas del economista carecen de validez en Latinoamérica

Andrés Velasco entra al debate de Piketty y la desigualdad

«Pocas cosas excitan tanto los intelectuales de la vieja izquierda latinoamericana como un libro sobre la desigualdad escrito por un francés”, señala una columna del ex candidato presidencial en la reconocida plataforma de opinión Porject-Syndicate.org, ante el nivel de popularidad que ha tenido “Capital en el siglo XXI” y la narrativa de su autor.


“Monsieur Piketty Goes to Latin America”, es el título de su columna publicada por Project-Syndicate.org, con que Velasco criticó a los que considera “de la vieja izquierda”, que quieren seguir al dedillo las propuestas del economista Francés, las que argumenta no son aplicables en nuestro continente.

Los cuestionamientos de Andrés Velasco a la reforma tributaria impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet han estado presentes desde su anuncio, siendo considerado como “fuego amigo”, pero al parecer la artillería de el ex ministro de Hacienda tomó mas fuerza, al internacionalizar su críticas a los técnicos que diseñaron la reforma tributaria enfocándose en las propuestas de Thomas Piketty.

“Pocas cosas excitan tanto los intelectuales de la vieja izquierda latinoamericana como un libro sobre la desigualdad escrito por un francés”, parte diciendo el artículo del ex candidato presidencial en la reconocida plataforma de opinión Porject-Syndicate.org, ante el nivel de popularidad que ha tenido Capital en el siglo XXI y la narrativa de Piketty.

El fundador de Fuerza Pública apunta directamente a dichos tecnócratas en su artículo: “Nadie puede negar que la distribución del ingreso es escandalosamente desigual de América Latina. Pero va a ser una sorpresa para los seguidores de Piketty –muchos de los cuales aún tienen que leer su libro– que su teoría tiene poco, o nada, que ver con la dinámica de medición de la distribución del ingreso en la región”.

Según Velasco, los datos presentados por Piketty carecen de validez en suelo latinoamericano: “La teoría de Piketty se refiere a lo que los economistas llaman la distribución funcional del ingreso, o la división entre los proveedores de mano de obra y los dueños del capital. Pero la mala distribución que causa tanta inquietud en América Latina se refiere a la distribución personal de la renta del trabajo, es decir, la división entre los asalariados».

En ese sentido, Velasco pone como ejemplo el caso chileno: “(…) la mayor parte de los datos de distribución del ingreso en América Latina proviene de las encuestas de hogares, que rara vez logran obtener información veraz. Por ejemplo, los resultados de la CASEN 2009, encuesta de amplio alcance de los hogares de Chile, sugiere que las rentas del capital se distribuyen más equitativamente que el ingreso laboral. Nadie en su sano juicio podría creer eso”, indicando cómo las encuestas tienden a ser manipuladas en favor de los resultados.

Para Velasco, esto libera dos conclusiones: la verdadera distribución personal de la renta –que comprende todos los ingresos, ya sea de trabajo o del capital– es casi de seguro peor que las cifras sugeridas y, segundo, incluso si todas las dinámicas de capital que preocupan a Piketty pudiesen ignorarse, la distribución del ingreso en América Latina todavía sería terriblemente desigual.

“La cura para la mala distribución no radica sólo en los impuestos sobre el patrimonio por los que aboga Piketty”, afirma, complementando con que “si el ingreso laboral es sesgado, redistribuyendo los ingresos o bienes de capital a los pobres se puede aumentar la igualdad en general».

De hecho, Velasco profundiza sus cuestionamientos al objetivo principal de recaudar 3 puntos del PIB de la Reforma Tributaria, que está sustentada en parte en la obra de Piketty.

“Incluso si no hubiesen fugas de dinero y todos los recursos se redistribuyen a los chilenos más pobres, es poco probable que baje el puntaje de Gini”, sentencia.

Para Velasco, la clave está en grandes acuerdos y no en reformas tributarias: “Los líderes políticos de centro-izquierda, preocupados por la justicia económica y social, tendrán que forjar sus propios enfoques específicos para cada país. No existe una receta ya hecha esperándoles en la obra maestra de un economista francés”, concluye.

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