Encuesta que sirve como radiografía al clima para hacer negocios, revela que la desconfianza del sector privado se mantiene de manera consecutiva desde abril del 2014. Incertidumbre regulatoria sería el principal factor.
Pese a los intentos por destrabar el ambiente, el clima empresarial sigue tenso.
De acuerdo al la encuesta mensual que realiza Icare y la Universidad Adolfo Ibáñez, el Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) alcanzó este mes un nivel de 47,14 puntos; 0,69 puntos por sobre el mes pasado, ubicando a las expectativas empresariales globales en un nivel pesimista.
Cabe recordar que los 50 puntos marcan la neutralidad.
Con el resultado de este mes, el índice alcanzaría su periodo más largo de pesimismo con 15 meses consecutivos (desde abril del 2014), superando así a la incertidumbre vivida entre 2008 y 2009 luego de que estallara la crisis subpirme, cuando el IMCE alcanzó una negatividad de 11 meses.
Según el estudio, que sirve como radiografía para medir el ánimo empresarial para hacer negocios y el estado en que consideran que se encuentra la economía, tanto los sectores de comercio, construcción e industria son los que presentan mayores signos de pesimismo, mientras que minería y comercio muestran una disminución en sus valores respecto del mes anterior.
En el informe se explica que «la demanda actual se ve contractiva (mayor que el mes anterior), los inventarios por encima del nivel deseado, las presiones de costos aumentan, manteniéndose expansivas, la situación general del negocio se encuentra en niveles pesimistas (49), menor que el mes pasado, y la apreciación general sobre la economía chilena se ubica en niveles pesimistas con 31,1 puntos».
Para el presidente de Icare, Guillermo Tagle, «lo que más afecta a este indicador es la incertidumbre regulatoria en general», según declaró al diario El Mercurio.
Tagle también señaló al matutino que para alcanzar la recuperación de confianzas y disipar las incertidumbres con tal de impulsar un despegue de la economía, «ambas partes se necesitan para provocar un cambio en la tendencia de crecimiento».
En ese sentido, agrega que «sin un sector empresarial pujante, difícilmente vamos a lograr una recuperación de la economía. Por eso también son importantes las señales que den las autoridades», sentenció.
