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El día en que Bernardo Larraín Matte, Sergio Urzúa y el Fiscal Nacional Económico les dijeron unas cuantas verdades a los empresarios

El día en que Bernardo Larraín Matte, Sergio Urzúa y el Fiscal Nacional Económico les dijeron unas cuantas verdades a los empresarios

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El marco fue el IV Congreso Empresa y Sociedad de Icare en Casa Piedra y no fueron los únicos, pero sí los más duros. Su mensaje fue que, como empresarios, hay muchas áreas en que están al debe: falta de competencia, rentabilidades excesivas, nivel de inequidad obsceno y una sensación de impunidad que es un descrédito a la economía de mercado.


Son pocas las instancias en que los empresarios más poderosos del país son criticados directamente en su cara. Pero ayer el IV Congreso Empresa y Sociedad de Icare en Casa Piedra fue una de ellas.

Más sorprendente fue que las palabras duras no vinieron de “outsiders”, como cuando lo hizo el sociólogo Alberto Mayol hace unos años. Tampoco vinieron de gente con una visión antiempresarial. No, esta vez fueron sus pares y economistas fieles al neoliberalismo los que apuntaron a sus pecados y los emplazaron a cambiar de rumbo.

La presentación del anfitrión, Bernardo Larraín Matte, sentó el tono de lo que sería la mañana.

El presidente de Colbún viene hace un tiempo liderando una cruzada para convencer a sus correligionarios que tienen que cambiar y buscar una nueva forma de legitimizarse ante una sociedad que es más demandante y está más empoderada. Dijo que la empresa no debe quedar entrampada en esta crisis de confianza que está golpeando al país.

“Debemos asumir que la desigualdad de oportunidades es un desafío real que hay que enfrentar y que enfrentamos una sociedad mucho más compleja y exigente”, afirmó el empresario.

Les advirtió a sus pares presentes que deben “dejar de suponer que solo emplazando a la política o al gobierno podremos lograr un cambio de rumbo”. Dijo que, al igual que la sociedad, las empresas deben evolucionar. Hizo hincapié en que se necesita más transparencia, mejorar la asimetría de información que existe y el acceso a bienes públicos, pero en ese proceso la empresa “no debe cambiar su esencia”.

Larraín Matte también instó al sector privado a revalidar la centralidad del crecimiento y el emprendimiento privados. Y concluyó que debe haber cambios “en regulaciones e instituciones del Estado. Pero estos cambios no pueden ir en contra de la naturaleza ni ignorar la complejidad de lo que se esta regulando o cambiando”, en clara referencia a las polémicas reformas del Gobierno de Michelle Bachelet.

Las crÍticas de un economista neoliberal

Si las palabras del presidente de Colbún fueron duras, las del economista Sergio Urzúa fueron quizás más ácidas.

El ingeniero Comercial de la Universidad de Chile y Ph.D en Economía de la Universidad de Chicago, les dijo que eran abusivos, se coludían, no les gustaba la competencia y gozaban de altísimos márgenes de rentabilidad. También los acusó de aceptar niveles de inequidad que son obscenos. Ah, y además les dijo que el nepotismo era prevalente en el mundo empresarial y político.

Y si faltaba algo, mencionó los casos de corrupción como Caval, SQM y Penta, apuntando a la ironía de que el actual programa de Gobierno que tanto critican ahora fue “financiado por muchos de ustedes”.

Dijo que ese programa tiene un error básico: los chilenos y chilenas demandan más competencia y más meritocracia.

El profesor de la Universidad de Maryland y colaborador de Clapes UC, explicó que Chile es una sociedad de acceso limitado en que las organizaciones económicas restringen acceso y competencia, donde las conexiones políticas son claves (pitutos) y las organizaciones sociales son múltiples, pero con restricciones de entrada.

Chile debe transitar hacia una sociedad de acceso libre, sostuvo Urzúa, con organizaciones económicas sin restricciones ni discriminaciones, donde el Estado facilita el emprendimiento.

Urzúa dijo que hay que apostar por productividad, mejor capital humano y más inversión. “Competir en una cancha pareja es la única estrategia para transitar hacia una sociedad de acceso libre, ya que la falta de competencia es la enfermedad”, puntualizó.

Tiene que ser una sociedad no discriminatoria, con reglas claras, objetivas y anónimas, señaló.

Las palabras del Fiscal Nacional Económico

Aún más duras que las críticas de Urzúa fueron las palabras de Felipe Irarrázabal.

El Fiscal Nacional Económico (FNE) fue clarísimo: «hay muchos de ustedes que parece no gustarles la competencia».

Afirmó que para defender el libre mercado se requieren leyes más fuertes.

Dijo que es necesario ser más drásticos para que les salga caro a los empresarios infringir la libre competencia.”Lo importante es que las sanciones sean ejemplificadoras para evitar sensación de impunidad y descrédito de la economía de mercado».

Añadió que hasta ahora la ley no ha sido lo suficientemente disuasiva, porque los infractores obtienen grandes beneficios económicos producto de un ilícito, porque la probabilidad de detección efectiva es relativamente baja y porque la ley tiene un techo de multas.

Dijo que es imperativo que “les salga caro a los empresarios incurrir en infracción a la libre competencia y así alejarnos de la tentación de formar un cartel o abusar de su posición dominante y empujarlos al arduo e incierto camino de la competencia”.

Irarrázabal planteó que se requiere, por un lado, «árbitros técnicos, capacitados e informados, que potencien la economía de mercado, que sean duros e implacables cuando los hechos así lo ameriten, pero que también entiendan los espacios de cooperación y busquen en los posible evitar la excesiva judicialización, que expliquen sus decisiones de manera sobria y sin tanto adjetivo».

«Que el desatino y el abuso de unos pocos no tiña ni contamine al resto que representa a la gran mayoría», afirmó.
El FNE dijo que existen tres paradojas: hay que salvar al capitalismo de los capitalistas, el Estado debe proteger la economía de mercado y son necesarias mayores sanciones para evitar el descrédito del modelo.

Dio varios ejemplos con citas textuales que revelaban que muchos empresarios se sienten inmunes y con su accionar debilitan el apoyo social al sistema de libre mercado.

También se refirió a las críticas infundadas al rol del FNE, el desdén de muchos por la institucionalidad y tuvo palabras duras acerca del interlocking, la formación de carteles y “el alejamiento de la verdad y amnesia en los juicios” por parte de empresarios.

Concluyó diciendo que la autorregulación no es suficiente y que la economía requiere de “un buen árbitro”.

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