Las prestadoras señalan que la eliminación del principal filtro del sistema asegurador, «reventaría el sistema» al hacerlo «inviable», ya que tendría un costo superior a los $800 mil millones en el primer año, monto equivalente al 40% de los ingresos totales de la industria.
La asociación de Isapres lleva varias semanas mostrando su malestar ante los esfuerzos del gobierno por reformar el sistema de Isapres. Y esta vez pusieron números sobre la mesa.
Luego de bajarse de la mesa de trabajo de propuso el ministerio de salud la semana pasada, y en la antesala del envío del proyecto de ley que prepara el Gobierno para reformar el sistema, las Isapres -que han encontrado acuerdos en algunas de las propuestas que el ejecutivo tiene en mente- mantienen su lucha por mantener la declaración de salud, filtro que el gobierno busca eliminar y que genera tensión en la industria aseguradora.
Esto luego de que, según las estimaciones realizadas por la Asociación de Isapres, la migración de pacientes desde Fonasa hacia el sistema, a consecuencia de la eliminación de la declaración de salud, «podría ubicarse entre las 100 mil y 300 mil personas, provocando costos que podrían fluctuar entre los $270 mil millones y los $833.000 millones, sólo en el primer año tras la aplicación de la medida».
Según las cifras reveladas por las aseguradoras, el monto equivaldría al 40% de los ingresos totales de la industria.
Según reportó este medio, en la industria aseguran que hay consenso sobre la necesidad de hacer cambios profundos -como terminar con discriminación por sexo, edad, simplificación de los planes o el aumento de la solidaridad entre afiliados-, pero advierten que si los cambios incluyen además un Fondo Mancomunado con Fonasa, un techo sobre gasto máximo de afiliados y la eliminación de la declaración de salud, «reventarían a la industria», ya que esta «dejaría de ser viable», según comentaron algunos ejecutivos de la industria.
De hecho, hace unas semanas en entrevista con Qué Pasa, el presidente de la asociación, Rafael Caviedes, señaló que «la declaración de salud le permite a la Isapre asumir riesgo, pero de personas que vienen sin una enfermedad, porque está diseñada como un seguro. Si el sistema isapre asegurara a personas enfermas tendría que ser compensado con esos subsidios estatales, considerando que el Estado subvenciona casi en un 70% los gastos de Fonasa”.
En ese sentido, y através de un nuevo comunicado de prensa, Caviedes reiteró que “la eliminación de la declaración de salud, es decir asegurar la libre movilidad entre Fonasa e Isapres, sólo sería factible si la atención en ambos sistemas fuera similar o si se permitiera que la población pudiese utilizar una compensación ajustada por riesgo, financiada con subsidios en el caso de las personas más pobres, sin importar si es afiliado a Fonasa o a una isapre”.
