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Julio Ponce siente la presión y contacta a bancos de inversión para reestructurar deudas

Julio Ponce siente la presión y contacta a bancos de inversión para reestructurar deudas

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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El complejo momento del empresario y la cascada sobre SQM lo ha empujado a contactar entidades financieras para reordenar sus pasivos. El plan de Ponce sería emitir un bono, aunque en los bancos ronda la idea de que lo mejor es fusionar la cascada.


Cómo encontrar una salida para la compleja situación financiera que atraviesa Julio Ponce y sus compañías, es lo que ha tenido en vilo al empresario durante las últimas semanas.

La resolución del Servicio de Impuestos Internos (SII) conocida la semana pasada supone una nueva contingencia financiera para alguien a quien no le faltan problemas. En esta ocasión, el Servicio notificó a la cascada de un pago por US$113 millones, de los cuales Ponce debería pagar US$105 millones, considerando su participación en cada una de estas sociedades. Esto, en circunstancias de que la caja de Norte Grande –empresa que consolida al resto– es solo de US$43,6 millones.

Si bien este asunto ha sido tema obligado en la industria financiera y ha trascendido que varios bancos de inversión se han interesado en trabajar con Ponce –eventualmente para diseñar un plan de venta de su participación en SQM–, el ejecutivo también ha tocado la puerta. Eso sí, el ex presidente de la minera no ha planteado su intención de vender, sino la de emitir un bono con cargo a alguna de las sociedades que componen la cascada.

Y la candidata idónea es Calichera, dada su proximidad con SQM, factor que valoran los inversionistas. De hecho, es la única empresa con bonos emitidos vigentes, luego de que el año pasado Oro Blanco prepagara íntegramente títulos por US$100 millones.

En 2007, Pampa emitió un bono por US$250 millones en EE.UU. y semestralmente debe pagar los intereses que generan esos títulos a una tasa de 7,75% anual, mientras que el capital se pagará en cinco cuotas anuales que rigen a partir de febrero de 2018 y vencen el mismo mes de 2022. Esta deuda debe garantizarse con acciones SQM-A a una razón de 3 a 1, pero a junio de este año el respaldo era de 2,94 veces la deuda. Si el volumen de las garantías cae del ratio de 2,7, Calichera tiene que prendar nuevas acciones.

Sin embargo, la tarea de salir a emitir un bono para disminuir la carga de los compromisos financieros de la cascada no sería nada de fácil, según sostienen conocedores de estas incipientes tratativas.

Tras la resolución del SII, Humprehys tardó menos de un día en bajar de categoría un bono securitizado respaldado por Calichera. La reducción fue desde “A-“ a “BBB+” y corresponde a una porción securitizada por Banchile de los mencionados bonos por US$250 millones emitidos por Pampa.

“Las alternativas para allegar recursos, ya sea vía mayor endeudamiento, que implicaría un incremento de la deuda en 20%, o la venta de acciones SQM, significarían disminuir la relación existente entre el valor de mercado de los activos y el valor de la deuda financiera, así como reducir la flexibilidad financiera de la compañía, afectando negativamente su capacidad de pago”, sostuvo la agencia.

Y colocar papeles con categoría triple B no es fácil. Por eso es que en las áreas de finanzas de los bancos contactados, se ha analizado la posibilidad de proponerle al ex presidente de SQM fusionar la cascada, un tema que por años ha sido resistido por Ponce. Según cálculos preliminares, de fusionar este grupo de empresas el ejecutivo quedaría con una cifra levemente inferior al 50%, perdiendo el control de la minera. El resultado de este ejercicio ha sido sobre la base del valor de los activos de cada sociedad, menos su deuda individual.

Soltar el timón de la cascada es algo que parece inviable para Ponce, pero confiar en el mercado de deuda también parece difícil. Por eso no es menor que el pasado viernes, Pampa Calichera propusiera al directorio de SQM un reparto de un dividendo eventual con cargo a las utilidades acumuladas de años anteriores por US$280 millones, de los cuales US$84 millones le corresponderían a Pampa, Potasios de Chile y Global Mining, todas sociedades vinculadas a Ponce.

Esta cifra supone un esfuerzo de envergadura por parte de SQM, ya que significaría repartir una cantidad similar a las ganancias que obtuvo en 2014. El año pasado la minera registró utilidades por US$296 millones y en abril de este año los accionistas acordaron distribuir un dividendo equivalente al 30%.

Hasta ahora, el ejecutivo no ha cerrado un acuerdo con ninguna de las entidades financieras de la plaza, aunque ya hay conversaciones iniciadas. Si bien han trascendido nombres como Goldman Sachs, Merrill Lynch o JP Morgan, el nombre que ha sonado con más fuerza es el de BTG Pactual, banco que paradójicamente tiene estrechos lazos con PCS, la canadiense con la que se enfrentó el propio Ponce por el control de SQM y que hace poco tuvo a Alejandro Montero, CEO de BTG Pactual Chile, como representante en el directorio.

El apetito permanente por SQM

Desde el estallido del caso Cascada que Julio Ponce viene pasándolo mal. Dicha coyuntura derivó en una millonaria multa por US$70 millones que aplicó la SVS, además de otras implicancias penales y civiles que podrían terminar en nuevos perjuicios para el ex presidente de SQM.

Como si fuera poco, este año explotó el “caso SQM” que involucra a Ponce y ex ejecutivos de confianza en financiamientos irregulares de campañas políticas, y hace un par de semanas se conoció la dura batalla que enfrenta la minera con Corfo. La Corporación busca terminar contratos de arriendo de pertenencias mineras que para SQM explicaron el 40% de sus ingresos en 2014. Como publicó El Mostrador Mercados hace una semana, el Gobierno apuesta a forzar la salida de Ponce de la propiedad de la minera antes de sellar un acuerdo sobre la concesión que tiene SQM Salar para la explotación del litio.

En paralelo, el ejecutivo se ha visto forzado a defender el valor de SQM-A en torno a los $16 mil. Con este papel se garantizan las deudas de la cascada y producto de operaciones misteriosas ejecutadas a través de distintas corredoras de bolsa, esta acción llegó a caer hasta los $12 mil. Más allá de que la SVS ya inició una investigación sobre la materia, Calichera ha tenido que salir a restituir un precio que, por lo demás, evidencia premios históricos respecto de SQM-B.

Con este contexto, es probable que se incremente el apetito por su porción en la minera. En 2013, apenas se conocieron las formulaciones de cargos, al menos tres grupos económicos manifestaron su interés por negociar con Ponce.

Según publicó Pulso el año pasado, uno de los grupos que se acercaron fue Luksic, a través de su brazo minero, Antofagasta Minerals. Y en paralelo, Julio Cardenal, socio de la firma de finanzas corporativas Landmark, realizó presentaciones a algunos grupos advirtiendo oportunidades para quien quisiera tomar el control de SQM, antes de que se conociera la abultada sanción de la SVS.

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