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David Bravo advierte sobre una explosión del sistema de pensiones chileno si no se hacen cambios

David Bravo advierte sobre una explosión del sistema de pensiones chileno si no se hacen cambios

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El economista, que lideró la Comisión Asesora sobre el Sistema de AFP creada por la Presidenta Michelle Bachelet, responde a las críticas de uno de sus integrantes, defiende los resultados y alerta que en 10 y 20 años las tasas de reemplazo no superarán el 40% para la mediana de la población. “Y eso ya incorpora el aporte previsional solidario”, precisa. Añade que es optimista respecto a que el Gobierno logrará impulsar cambios durante los próximos dos años.


Reformar el sistema de pensiones chilenos fue otra de las grandes promesas de la Presidenta Michelle Bachelet y para eso creó la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones, más conocida como la Comisión Bravo.

Su misión era diagnosticar y elaborar opciones para mejorar el sistema. Hace casi un mes que el economista entrego su diagnóstico y propuestas, pero estas, más que lograr un consenso, han generado una fuerte polémica e incluso cuestionamientos a la forma en que operó la referida comisión.

Bravo y su equipo de 24 expertos entregaron 3 propuestas: la “A”, que mantiene el sistema de capitalización individual con complementos estatales vinculados al pilar solidario y algunas modificaciones, obtuvo 12 votos, incluido el del presidente de la comisión, David Bravo; la propuesta “B”, que apuesta por un sistema mixto y que en la práctica es un cambio estructural a las AFP, obtuvo 11 votos; y la “C”, que prefiere volver al sistema de reparto, obtuvo 1 voto.

En una extensa entrevista con ‘La Mesa’ de El Mostrador Mercados, David Bravo defiende el trabajo de la comisión y hace una dura advertencia: habrá una explosión del sistema de pensiones chileno si no se hacen cambios ya.

El economista, que ahora lidera el Centro de Estudios y Encuestas Longitudinales de la Universidad Católica, alerta que en 10 y 20 años las tasas de reemplazo no superarán el 40% para la mediana de la población.

“Cuando miramos los datos de pensiones efectivas o las tasas de reemplazo, no es una excepción, no es algo que se va a ir componiendo en el tiempo, sino que en realidad cuando hacemos nuestras mejores proyecciones para el periodo 2025-2035, esas tasas de reemplazo no superan el 40% para la mediana de la población, el 50%, y eso ya incorpora el aporte previsional solidario”.

Y agrega que “hay que empezar lo antes posible, porque la forma de cambiar esos resultados, que puede que no nos gusten, es empezando a discutir sobre las reformas hoy día”.

Bravo –que también participó en la Comisión Marcel de 2008, que creo el Pilar Solidario– responde a las críticas y dice que es optimista respecto a que el Gobierno logrará impulsar cambios durante los próximos dos años.

Uno de los miembros de la comisión, Andras Uthoff, afirmó en entrevista con este medio que la omisión pudo constatar que existe una férrea resistencia al modelo introducido durante la dictadura, y hay diversas voces reclamando que es necesario volver a un sistema de reparto.

El economista es sindicado como el líder intelectual de la propuesta “B”, junto al ingeniero comercial Cristián Larraín. Ambos rechazan que la propuesta A ganara como la alternativa que no reestructura el sistema. Señala que sin el voto de Bravo su propuesta la empata y, si se suma el voto por la opción “C”, existe un mayoría en favor de cambiar el sistema.

Bravo rechaza esa crítica y, al mismo tiempo, sostiene que a partir del hecho de que entre la A y la B solo hubiera un voto de diferencia, “entonces no nos parece que esta discusión se haya zanjado”, al tiempo que añade que “este fue un proceso serio que de verdad no amerita juicios livianos”.

Apunta a que, entre los 24 integrantes de la comisión, cada uno tenía el mismo peso en términos de sus apreciaciones.

“Legítimamente los miembros de la comisión pueden tener distintas ideas de cómo abordarlo, por eso nosotros separamos el problema de la siguiente manera: dijimos cuál es la naturaleza del problema y cuál es la solución para abordar estos problemas”, detalla.

Explica que al interior de la comisión se levantaron las tres opciones “y se encomendó a distintos comisionados que trabajaran en esas propuestas, y finalmente, cómo íbamos a procesar esas tres propuestas: eso se hizo en nuestra discusión de fines de julio, y posteriormente con nuestras decisiones fue lo que apareció en el informe”.

Y confirma que su recomendación es mantener el actual sistema, pero con cambios. “Doce integrantes de la comisión, entre los cuales yo me encuentro, pensamos que el sistema, tal como está, en su estructura –evidentemente no como está porque su resultado no está funcionando, pero en su estructura– ofrece las posibilidades sobre las cuales uno puede pensar en reformas que generen cambios importantes, y esa estructura viene del sistema de ahorro individual con el pilar solidario. Un pilar solidario que además se junta con el sistema de ahorro individual a través del aporte previsional solidario. Eso es solo a partir del 2008 que lo tenemos en Chile, que se hace muy poco”.

-¿Había cosas en común en las 2 propuestas, hay punto de convergencia entre A y B?
-Yo diría que son propuestas de estrategia de cuál es la estructura del sistema de pensiones. Entonces, claro, hay elementos comunes porque la propuesta B mantiene el sistema de AFP para una fracción de los ahorros, porque básicamente valora lo que hoy es el pilar solidario, y yo también pienso que una buena parte de lo que está en las 58 propuestas que adicionalmente hicimos en verdad son aspectos comunes. Si ustedes miran, la mayoría fueron votadas, y no todas esas propuestas requieren de un cambio, necesariamente pasar hacia el sistema B para implementarla.

Muchos de los integrantes que apoyaron la propuesta B piensan que sería mucho mejor hacerlos en ese marco o, bien, algunos en particular piensan que solo se puede avanzar en temas como la edad de pensión de una mujer o que solo se puede avanzar a medida que se cambie el sistema de manera más estructural.

Pero en esa discusión más estructural, nosotros no tuvimos acuerdo, salvo en rechazar el sistema de reparto y, por lo tanto, eso lo dejamos expresado. Ahora, a nosotros la Presidenta nos convocó para hacer propuestas, y esta es una discusión que le traspasamos al Gobierno y a la ciudadanía, pero nos abocamos también a trabajar en propuestas específicas, y eso es lo que básicamente entregamos con estas 58 propuestas, que creo que son significativas respecto al impacto que pueden tener, independientemente de cuál sea la decisión política.

-¿Cree que hay espacio político para que algunas de estas reformas se implementen en los próximos 2 años y medio que le quedan a este Gobierno? ¿Es optimista, usted, de que algo de eso se convierta en proyecto de ley para que se vea alguna mejora?
-Yo soy optimista, y la razón de mi optimismo tiene que ver con lo siguiente: la discusión de propuestas estructurales, ya sea A o B, familia de A, familia de B, es una discusión que se tiene que dar y se tiene que ir resolviendo antes de hacer algunos cambios al sistema. Pienso que eso probablemente no va a ocurrir, si dependiéramos de una definición a ese nivel, evidentemente algo como eso no va a ocurrir. Creo que las 58 propuestas son factibles, en una buena proporción.

Por supuesto, entiendo que el problema más relevante son los recursos fiscales involucrados, pero tengo cierto optimismo, porque se basa en dos aspectos: uno es que cuando la Presidenta recibió nuestro informe, el 14 de septiembre, podría haber dicho que vamos a tomar el informe y lo vamos a analizar, pero ella inmediatamente constituyó un comité de ministros, no tendría por qué haberlo hecho, de verdad, podría haberse tomado su tiempo, a lo mejor en enero teníamos un comité de ministros, pero ella lo nombró en el mismo acto y dijo cuáles eran sus integrantes.

En segundo lugar, me parece también que el informe es muy claro para mostrar la relevancia de la reforma del año 2008 que la misma Presidenta Bachelet impulsó y, dentro de las 58 medidas, una buena parte de ellas apuntan a fortalecer aquellos elementos del pilar solidario y, también, la relevancia de que ello ocurra.

Así que yo tengo alguna expectativa optimista. Puede ser que haya algunos temas a los que haya que darles algunas vueltas, por cierto los temas fiscales, pero si el Gobierno quisiera podría implementar un conjunto de medidas en el corto plazo que son positivas para el sistema y podría definir otras tareas a las que podría abocarse con más tiempo, pero creo que es fundamental, también, dar la señal de que de los problemas del futuro –que no están en un futuro más lejano– necesitamos empezar a preocuparnos hoy día y es el momento de actuar. O sea, algo de todas maneras hay que ir haciendo y creo que la comisión, con las propuestas específicas, diseñó un camino.

Para ver la entrevista completa haga clic aquí o entre directamente a El Mostrador TV

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