Opinión
«Muchas veces se cuestiona el valor que agrega un Reporte a la empresa privada: ¿mejora mi reputación?, ¿nos permite posicionarnos como marca?, ¿aumenta nuestra rentabilidad al corto plazo? Pero estas preguntas se alejan del foco de un Reporte de Sostenibilidad, cuyo principal valor está en, a través de proceso de elaboración, permitir a la empresa reconocer prácticas de RSE que tenía y quizás no había evaluado, alinear criterios en torno a la sostenibilidad, concientizar a sus trabajadores y directivos en temas relativos al desarrollo sostenible y vincularse con todos sus grupos de interés».
Desde al año 2000 a la fecha, aproximadamente 75 empresas chilenas han realizado reportes de sostenibilidad. La primera empresa en reportar fue Codelco, y en los años siguientes se han sumado prácticamente todas las grandes empresas de Chile.
Así, con una tendencia creciente, cabe cuestionarse el valor del Reporte de Sostenibilidad para una organización, pues al ser un documento donde se transparentan los impactos ambientales, sociales y económicos durante un año en particular, implica esfuerzos de todas las áreas de la compañía en la recopilación de información y por lo general un gasto de recursos al externalizar el proceso a una consultora que guía el Reporte.
Muchas veces se cuestiona el valor que agrega un Reporte a la empresa privada: ¿mejora mi reputación?, ¿nos permite posicionarnos como marca?, ¿aumenta nuestra rentabilidad al corto plazo? Pero estas preguntas se alejan del foco de un Reporte de Sostenibilidad, cuyo principal valor está en, a través de proceso de elaboración, permitir a la empresa reconocer prácticas de RSE que tenía y quizás no había evaluado, alinear criterios en torno a la sostenibilidad, concientizar a sus trabajadores y directivos en temas relativos al desarrollo sostenible y vincularse con todos sus grupos de interés (clientes, proveedores, inversionistas y comunidades) a través del proceso de consulta para definir más relevantes.
Así, el ejercicio de elaborar un Reporte de Sostenibilidad ya agrega valor a las empresas, independientemente de la forma en que se comunique con posterioridad, pues ¿cuántas empresas comunican exitosamente su memoria financiera o datos contables? Y ¿cuántos de nosotros imaginamos una empresa sin una memoria financiera?
El proceso de elaboración de un Reporte de Sostenibilidad ya agrega valor a las empresas, no obstante la comunicación es un segundo paso fundamental y, por ello, la organización debe adaptarse a un contexto que es dinámico en tres áreas: los vehículos de comunicación, las expectativas de los grupos de interés y el estado de la responsabilidad social en el país donde está presente.
Por esta razón los consultores especialistas en RSE estamos trabajando en nuevas formas de comunicación de los reportes, estrategias de sostenibilidad y responsabilidad social de las empresas, con el objetivo de transformar el ejercicio de reportar en una propuesta de valor para la empresa, los grupos de interés y la reputación integral de la marca, a través de comunicaciones que permitan que los Reportes no terminen en un estante, sino que se configuren como ventanas de oportunidad para vincularse con los grupos de interés de una empresa, en una época donde la confianza en la empresa privada se ha deteriorado enormemente, activo que es prioritario recuperar de manera sincera y sin greenwashing.
Víctor Salinas Ponce
Sociólogo, especialista en Responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible
