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Rodrigo Vergara fue al Congreso y aprovechó su último IPoM como presidente del Banco Central para decirle unas cuantas verdades al mundo político Descartó la posibilidad de que la economía caiga en una recesión técnica

Rodrigo Vergara fue al Congreso y aprovechó su último IPoM como presidente del Banco Central para decirle unas cuantas verdades al mundo político

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Vergara advirtió que las políticas fiscal y monetaria tienen límites, dijo que sin crecimiento no hay recursos para reformas y que teme que “la acumulación de compromisos termine tensionando las finanzas públicas”. Esto último fue visto como un mensaje de apoyo al ministro de Hacienda ad portas de que presente el Presupuesto 2017. El economista del Harvard dijo que el foco debe estar en el crecimiento en de mediano plazo. Vergara también aprovechó la ocasión para defender la política monetaria del BC en respuesta a críticas de que ha estado siempre detrás de la curva.


El próximo 9 de diciembre Rodrigo Vergara dejará de ser presidente del Banco Central. Por lo que su visita ayer al Congreso para presentar el Informe de Política Monetaria de septiembre fue la última con él al mondo del ente emisor.

Y el economista de Harvard aprovechó la ocasión para decirle unas cuantas verdades al mundo político. “Quisiera terminar esta intervención con algunas reflexiones sobre la capacidad de las políticas monetaria y fiscal para lidiar con el ciclo económico. Creo que es pertinente hacerlo, pues, tras años de bajo crecimiento y en un contexto de crecientes demandas sociales, las presiones sobre ambas se han incrementado y la forma en que las enfrentemos será clave para el devenir de la economía y del país”, fueron las palabras con las que entró en calor.

De ahí hizo una fuerte advertencia de que no hay que abusar de las políticas fiscal y monetaria ya que tienen límites. “Es evidente que ni la política monetaria ni la fiscal pueden eliminar el ciclo económico, ni menos afectar el crecimiento tendencial de la economía”, agregando que “es por eso es clave que como país pongamos especial énfasis en el crecimiento de mediano plazo. Debemos pensar con especial cuidado cómo lo afectan las distintas políticas que se adopten, y privilegiar aquellas que lo fortalecen”.

Vergara dijo que sin crecimiento, “simplemente, no hay recursos para profundizar las políticas sociales”, y que teme que “la acumulación de compromisos termine tensionando las finanzas públicas. En el caso de la política monetaria, el límite está en la credibilidad. Existe una meta explícita —la meta de inflación— y un mercado que está día a día emitiendo su juicio respecto de sí el manejo de la política monetaria es coherente o no con el logro de esa meta”.

Les recordó a los senadores presentes de las consecuencias de abandonar la regla fiscal que Chile lleva años respetando. “Abandonarla no solo puede provocar problemas en el futuro, sino que puede reducir hoy el efecto macroeconómico del gasto fiscal. Quiero dejar claro que no estoy abogando por la inflexibilidad total, ni por el apego mecánico a una regla, ya que en mi opinión hay ocasiones en que se debe ser flexible”, aclaró Vergara, pero alertó que dada la actual estrechez fiscal, no hay mucho espacio para ser flexible.

Los comentarios fueron interpretados como un claro mensaje de apoyo al ministro de Hacienda ad portas de que presente el Presupuesto 2017, el que será uno de los más estrechos desde el retorno a la democracia.

La prudencia fiscal de Chile tiene a la economía con la nota crediticia más alta de los mercados emergentes y por encima de Japón, Italia, España e Irlanda. Las clasificadoras están con los ojos puestos en Chile y algunos analistas han expresado preocupación de que se le recorte el rating crediticio y de ahí la preocupación del ministro Valdés por lograr que el Congreso apruebe un presupuesto con un alza del gasto fiscal no mayor a 3%.

Este año al déficit estructural será de alrededor de 1.4% del PIB y el déficit fiscal efectivo se anticipa aumentará a 3.2% del producto bruto este año. En 2015 fue de 2.2%.

Justificó política monetaria

Vergara aprovechó también la ocasión para defender la conducción de la política monetaria durante los años en que ha estado al mando del Banco Central. Hasta el año pasado al BC se le criticaba por haber permitido que la inflación se mantuviera por encima del rango meta por más de dos año. Este año las críticas han sido que la política monetaria ha sido demasiado restrictiva dada la profundidad de la desaceleración de la economía. Sin ir más lejos, el viernes pasado José De Gregorio dijo que hay espacio para dos recortes de 25 puntos bases cada uno de aquí a fin de año.

Esta fue la explicación del presidente del BC: “El largo tiempo que la inflación ha permanecido elevada ha sido consecuencia de una significativa depreciación del peso, determinada por el necesario reacomodo de una economía que se ha enfrentado al fin del súper ciclo de los precios de las materias primas, al término de un ciclo de inversión minera extraordinariamente pronunciado y a un menor dinamismo interno que ha ido de la mano de una baja en la capacidad de crecimiento de largo plazo del país”.

Pero agregó que “como se trataba de un shock por una sola vez y, y por ende con efectos transitorios sobre la inflación, no era óptimo hacer una política más contractiva. En lo más reciente, el tipo de cambio ha roto la tendencia al alza que mostró por varios trimestres. De hecho ha bajado si se le compara con sus niveles de comienzos de año. En forma simétrica a lo que hicimos previamente, si por este factor la inflación cayera transitoriamente bajo nuestra meta, no correspondería una política monetaria más expansiva. Esto, a menos que luego de un tiempo se perciban efectos de segunda vuelta que pusieran en peligro el retorno de la inflación a 3 por ciento en un plazo de dos años”.

Para cerrar su presentación y como parte de su despedida Vergara hizo un llamado a no desperdiciar el potencial que Chile tiene como país. “Como mencioné con motivo de la presentación del IPoM de junio, somos uno de los pocos países de la región que ha logrado llegar al borde del desarrollo. En el pasado, otros desperdiciaron dicha oportunidad. Aprovecharla solo depende de nosotros. Los ciclos de las materias primas y los vaivenes internacionales van y vienen. En el largo plazo los países son dueños de su propio destino y detrás de aquellos que se desarrollaron y le dieron un mejor nivel de vida a su población están las buenas políticas públicas que hicieron”.

Descarta riesgo de recesión

En la conferencia de prensa, el presidente del Banco Central aprovechó de descartar que la economía esté en riesgo de caer en recesión. “No está en nuestro escenario base, no tenemos una recesión técnica en nuestro escenario base”. El departamento de estudios del BBVA estima que luego de las cifras del IMACEC de julio hay un 75% que la economía entre en una recesión técnica.

Vergara dijo que esas proyecciones se hicieron “mirando los Imacec trimestre a trimestre desestacionalizado y esos son muy volátiles. Entonces hay que tener cuidado con sacar conclusiones demasiado definitivas al respecto».

Las explicaciones de Vergara no convencieron al equipo que dirige Jorge Selaive, que en su análisis del IPoM y de la presentación del presidente del ente emisor dijo que el informe presentado “ratifica el insuficiente estímulo monetario en un escenario de riesgo de recesión y desanclaje inflacionario”.

Y remata diciendo que “cuesta justificar el diagnóstico que se ha realizado, mirando con demasiado optimismo, y quizás un dejo de voluntarismo la pendiente de recuperación. En lo particular, este sesgo lo ha llevado a corregir a la baja la actividad del 2016 de manera continua descontando los ajustes por revisiones en las cuentas nacionales. En septiembre 2015 se partió señalando que crecer 3,5% era posible, para en lo reciente indicar que 1,5% no es descartable”.

IPoM de septiembre

En el informe presentado ayer y publicado previo a la presentación de Vergara, el Banco Central recortó sus proyecciones de crecimiento para 2017 por primera vez ante la clara evidencia de que la inversión no muestra señal alguna de repuntar, el empleo se ha deteriorado y la confianza empresarial y de los consumidores sigue en “niveles pesimistas”. A eso se suma que la inversión en construcción cae más de lo anticipado, al tiempo que el sector inmobiliario sigue débil.

El Informe de Política Monetaria de septiembre le puso un piso al crecimiento de este año de 1,5%, algo mejor que el 1,25% que proyectaba en el IPoM de junio. El techo sigue siendo 2,%. Para 2017, ñas nuevas proyecciones del banco son que la actividad económica crecerá entre 1,75 y 2,75% en 2017. En rango estimado en junio había sido entre 2 y 3%.

El Banco Central dice que la inflación cerrará el año en 3,5% y se acercará al rango meta de 3% en los próximos meses.

Nada de esto debería ser una sorpresa para el mercado. Los agentes privados lo venían anticipando. Más relevante quizá es que el Consejo del Banco Central recortó el PIB tendencial a 3,2% (hace un año era de 3.5%) y el PIB potencial, que ahora estima se ubicara entre 2.5 y 3,0%, lo que se compara “con valores entre 3 y 3,5% estimados hace un año.

Este cambio es de particular relevancia para el cálculo de las brecha de actividad económica asociada a presiones inflacionarias. “Los datos sugieren que la convergencia al crecimiento tendencia tardará más de lo previsto”, explica el informe.

Dado este nuevo escenario, el Banco Central descartó por completo “la necesidad de nuevos incrementos de la TPM en el horizonte de política”. Y agrega que “como supuesto de trabajo se considera que la TPM se mantendrá en su nivel actual durante el horizonte de su proyección”.

Para algunos agentes del mercado el cambio de lenguaje deja abierta la puerta para que el Consejo del Banco Central se embarque en una ronda de recorte de tasas para dar un impulso a la economía más temprano que tarde.

El IPoM de septiembre estima la inversión seguirá en terreno negativo este año (-1,5%), el precio del cobre terminará el año en US$ 2.15 la libra y US$ 2,25 en 2017. Cifras no muy diferentes a las de junio.

Sobre el peso, el informe estima que el Tipo de Cambio Real (TCR) fluctuará en torno a los niveles actuales a lo largo de los próximos dos años. Al cierre de este informe el dólar se ubicaba algo por debajo $670.

En cuanto a los escenarios de riesgo que vislumbra el emisor, dice que para la inflación y para la actividad están equilibrados, pero que en el escenario externo, uno de los mayores riesgos «es una reversión de las mejores condiciones financieras internacionales», así como la trayectoria que tome la Reserva Federal para ajustar la tasa de interés, lo que califican como «crítica».

Tampoco descarta como riesgo las repercusiones que pueda tener en el crecimiento del Reino Unido y de Europa el resultado del Brexit.

Como un aspecto favorable, el BC indica que las mejores condiciones financieras externas podrían tener un impacto en el crecimiento de la economía mayor que el previsto, aunque las expectativas empresariales y de consumidores siguen en niveles pesimistas, lo que podría retrasar la recuperación del consumo y la inversión y provocar así un mayor deterioro en el mercado laboral.

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