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Colombia figura como el mayor dolor de cabeza de Itaú-CorpBanca en su primer año de fusión Resultados amenazan dividendo obligatorio que Saieh logró incluir en pacto de fusión

Colombia figura como el mayor dolor de cabeza de Itaú-CorpBanca en su primer año de fusión

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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El banco controlado por los brasileños registró mínimas ganancias a diciembre de 2016, fuertemente afectado por la reversión de los números en el país cafetero, además de un alza violenta en las provisiones. En marzo cierran el año fiscal y el resultado será clave para una posible nueva venta de acciones del Grupo Saieh al holding Itaú.


Un complejo inicio ha tenido la fusión entre Itaú Chile y CorpBanca. Estrenado en abril de 2016, el nuevo megaactor del sistema bancario local ha vivido meses intensos. Cambios en la mayor parte de las gerencias de primera línea y modificaciones en las políticas de riesgo y contables respecto de lo que antes hacía la conducción del grupo Saieh, han caracterizado la mano de los brasileños de Itaú-Unibanco al frente de la nueva institución.

El mar de fondo de estos cambios ha estado en los números. Eran varias las estimaciones de las ganancias que podría obtener el banco en el principio, incluso considerando los costos de la fusión y transición. No obstante, en ningún cálculo estaba comenzar perdiendo dinero o lejos de los $ 330 mil millones que entre ambos bancos –por separado– ganaron en 2015.

Justamente eso último es lo que ha ocurrido en los primeros nueve meses de fusión. Itaú-CorpBanca publicó sus resultados a diciembre de 2016 y lo que se venía observando en meses anteriores al final del año se ratificó: las ganancias de ambos bancos por separado en 2015 se borraron de un plumazo tras unirse, algo que este medio reveló hace unas semanas.

Según informó el banco, a diciembre pasado Itaú-CorpBanca registró una pérdida consolidada de $ 2.908 millones. No obstante, dado que en la filial en Colombia el banco sólo tiene dos tercios de la propiedad, el impacto de los números obtenidos allá es menos drástico.

Así, al restar el porcentaje equivalente a los minoritarios en Colombia, el resultado neto para Itaú-CorpBanca fue de $ 2.059 millones, equivalente a menos del 1% de lo que ganó CorpBanca previo a la fusión.

Y es que Colombia está dando dolores de cabeza importantes a la institución. Según las cifras que a septiembre de 2016 había publicado CorpBanca Colombia, la lluvia de dinero que estaba generando ese país se borró en pocos meses.

Si a diciembre de 2015 la entidad ganaba más de 48 mil millones (con el cambio peso colombiano a peso chileno actual), lo cierto es que a septiembre de 2016 no solo dejó de ganar dinero sino que también pasó a perder, aunque marginalmente, $ 390 millones.

Según el estado financiero de la entidad cafetera, el principal factor que influyó en la reversión de las utilidades está en el ítem de ganancias derivadas de la posición monetaria neta. En dicha línea, CorpBanca pasó de utilidades por más de 23 mil millones de pesos (al cambio actual) a pérdidas de unos $ 11.350 millones.

El impacto de estos resultados en el banco en Chile no es trivial. Según las cláusulas firmadas por Álvaro Saieh e Itaú-Unibanco en enero de 2014, la entidad se compromete desde la fusión a repartir al menos US$ 370 millones en dividendos cada año y, en caso contrario, el ex controlador de CorpBanca, el grupo Saieh, puede exigir legalmente que se compre un porcentaje de acciones equivalente al monto que le corresponde que se le reparta como accionista, poco más de US$ 100 millones.

Fuentes que conocen de la interna del banco afirman que el ambiente entre los socios principales no es bueno y no se descarta que puedan surgir demandas arbitrales entre accionistas, aunque por ahora todos observan en silencio.

Lo cierto es el que primer año fiscal del banco fusionado termina en marzo próximo, por lo que aún restan tres meses para que Itaú CorpBanca defina cuánto ganará en el año y si le alcanza para repartir dividendos, pues antes debe capitalizar parte de las ganancias para elevar la solidez patrimonial del entidad, elemento hasta ahora tranquilizador para esta. En esa línea, los números de diciembre revelan que la explosión de provisiones –uno de los factores que afectaron las ganancias– terminó en noviembre pasado, subiendo levemente un mes sobre el otro.

En todo caso, el propio acuerdo firmado en 2014 determina que, si no hay ganancias para repartir dividendos, los accionistas deben tomar las medidas para que el banco recurra a bonos subordinados para financiar la entrega de dividendos.

Cuando era solo CorpBanca, tenía plenamente ocupado el máximo de bonos subordinados a emitir para sumarlo al capital, de 50%. Hoy es un porcentaje cercano al tercio y, por ende, hay margen para endeudarse, pero para la autoridad no es el mejor camino por la calidad de esos bonos.

Otros bancos, en tanto, publicaron sus resultados del año. Banco de Chile, por ejemplo, ganó 552 mil millones en 2016, casi idéntico a lo obtenido en 2015 (559 mil millones). El ejemplo del banco controlado por Andrónico Luksic y Citi evidencia lo lejos que está Itaú CorpBanca de alcanzar su óptimo, ya que su patrimonio supera los $ 3,1 billones, mientras Banco de Chile se ubica levemente bajo los $ 3 billones y no obstante ganó 200 veces más que Itaú-CorpBanca.

Y el tamaño sí importa, pues influye en el costo de fondeo del banco, en el monto cada vez más grande que pueden otorgar en créditos corporativos (grandes empresas) y porque el tamaño da las sinergias para elevar las utilidades.

Aunque es muy pronto para evaluaciones, hasta hoy, Itaú CorpBanca está en deuda.

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