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Trump asegura que heredó «un desastre» dentro y fuera de EE.UU.

Trump asegura que heredó «un desastre» dentro y fuera de EE.UU.

En una extensa conferencia ante la prensa de 80 minutos, el mandatario aseguró que su Gobierno funciona como «una máquina perfectamente engrasada», al rechazar las informaciones sobre la existencia de caos, crisis y fricciones dentro de la Casa Blanca, y dijo que lo que está haciendo es cumplir sus «promesas de campaña» para «devolver el Gobierno al pueblo».


El presidente de EE.UU., Donald Trump, defendió hoy los «increíbles avances» que ha hecho desde que llegó al poder hace casi un mes, al considerar que heredó «un desastre» dentro y fuera del país dejado por su antecesor, Barack Obama, en una extensa y polémica conferencia ante la prensa.

«Para ser honesto, heredé un desastre, es un desastre, en casa y en el extranjero», dijo Trump en una conferencia que duró casi 80 minutos en la Casa Blanca, donde volvió a criticar a «las compañías que dejan el país, yéndose a México y otras partes».

«Hay una inestabilidad masiva en el extranjero, no importa donde mires. Oriente Medio es un desastre, Corea del Norte… Vamos a ocuparnos de ello, compañeros, vamos a ocuparnos de todo», agregó el presidente, que lamentó además que «el Estado Islámico (EI) se haya expandido como un cáncer».

El mandatario aseguró que su Gobierno funciona como «una máquina perfectamente engrasada», al rechazar las informaciones sobre la existencia de caos, crisis y fricciones dentro de la Casa Blanca, y dijo que lo que está haciendo es cumplir sus «promesas de campaña» para «devolver el Gobierno al pueblo».

«En este último mes ha habido un grado sin precedentes de acciones para los grandes ciudadanos de nuestro país. Nunca ha habido una presidencia que haya hecho tanto en un periodo tan corto de tiempo», sentenció Trump.

Añadió que «ni siquiera ha empezado con el trabajo de verdad, que comienza a principios de la semana que viene», cuando anunciará «algunas cosas muy grandes».

También defendió que ya ha entablado «conversaciones enormemente productivas con muchos líderes extranjeros», como los de «Israel, México, Japón, China y Canadá».

El mandatario denunció además el tono de «odio» hacia él que, a su juicio, percibe en las informaciones de algunos medios, al cargar en particular contra la cadena CNN.

Al entablar un breve diálogo con Jim Acosta, corresponsal de CNN, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump dijo, además, a todos los medios presentes: «El público ya no les cree».

El muro

Trump reiteró además su intención de construir «un gran muro» con México que no será «una broma como el actual», y afirmó que se involucrará personalmente para «reducir su coste», que las últimas estimaciones sitúan por encima de los 21.600 millones de dólares.

«Va a ser un gran muro. Y lo negociaré yo, de modo que el precio se bajará como el resto de las cosas que he negociado para el Gobierno», dijo Trump en una rueda de prensa no prevista en su agenda en la Casa Blanca, en la que no mencionó, como en otras ocasiones, que será México quien se haga cargo de la factura.

El coste estimado del muro fronterizo ha ido creciendo progresivamente desde los alrededor de 8.000 millones de dólares que calculó inicialmente Trump, hasta los 21.600 millones, según los últimos cálculos del Departamento de Seguridad Nacional.

Por ello, el presidente indicó que se había reunido con su secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, para «comenzar el proceso» de construcción del muro en la frontera sur, algo que remarcó como «una promesa de campaña».

Trump subrayó que será un «muro que funcione» y no como la barrera actual, que es «o bien inexistente o una broma», sobre el tramo ya construido en partes de la frontera.

Achacó, además, a la falta de control fronterizo el hecho de que EE.UU. se esté convirtiendo «en una nación infestada de drogas» en la que «son más baratas que los caramelos».

La relación bilateral entre México y EE.UU. vive uno de sus momentos más difíciles en años después de que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto cancelara una visita a Washington programada para el 31 de enero a raíz de la insistencia de Trump en que México pague el muro que ha ordenado construir en la frontera común.

Para tratar de suavizar estas tensiones, el próximo 23 de febrero, Kelly y el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, realizarán una visita de trabajo a la Ciudad de México para verse con sus homólogos mexicanos.

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