Publicidad
Nicolás Lustig, el cerebro tras la estrategia judicial de Minera Escondida para sortear lo que podría ser una muy costosa huelga El abogado de BHP Billiton trabaja con experta laboral y dos estudios jurídicos

Nicolás Lustig, el cerebro tras la estrategia judicial de Minera Escondida para sortear lo que podría ser una muy costosa huelga

Luisa Navea
Por : Luisa Navea Periodista El Mostrador Mercados
Ver Más

Su modus operandi es golpear antes que el adversario. Demanda, primero, a los trabajadores para rayar la cancha antes de que estos denuncien a la empresa en tribunales y capacita a los jefes y supervisores en materia de práctica antisindical, para que el sindicato no judicialice la huelga. Además, logró que la justicia se inclinara a su favor con la cautelar que da luz verde para que la mina funcione con equipo de emergencia de 80 trabajadores mientras dura la paralización. Pérdidas diarias están estimadas en US$21 millones. Ayer comenzó mediación del Gobierno, pero no hubo avances.


Lleva solo un año y medio trabajando en Minera Escondida y ha tenido que enfrentar una de las negociaciones más complejas en materia de negociación colectiva en el sector minería, según cuentan los entendidos.

Sin embargo, eso no ha impedido al abogado Nicolás Lustig, el cerebro de la estrategia legal de la compañía BHP Billiton, anotarse diversos triunfos tras judicializarse una huelga que ya lleva 13 días, con pérdidas diarias estimadas en US$21 millones

¿Pero cuándo comenzó a prepararse la compañía australiana? ¿Qué estrategia usa Lustig para enfrentar a un gremio de 2.500 trabajadores?

“Un video con el llamado de los dirigentes sindicales de la Mina Escondida a poner de rodilla a la empresa votando la huelga”, fue lo primero que llamó la atención de Lustig, según cuenta un cercano.

El abogado de la Universidad Católica sabía que venía una avalancha y que, pese a sus más de 15 años de experiencia profesional en temas financieros y de mercado de valores, y una exitosa carrera por la corredora de bolsa LarrainVial, la arena laboral no era precisamente lo suyo.

Pero estaba dispuesto a dar la batalla y sabía que, si aplicaba una correcta estrategia en el plano judicial, podría tener más aciertos que derrotas.

La tónica era rodearse de los mejores profesionales para dar la pelea en el ámbito legal. Así, llegó a la compañía Daniella Torres, abogada de la Universidad Católica, experta en derecho laboral.

Lustig estaba al tanto de que el sindicato de Escondida venía preparando su movilización desde hace más de un año, fecha en la que asumió como jefe del área legal de BHP Billiton. En ese periodo, los trabajadores reunieron más de 250 millones de pesos para establecer un campamento a 500 metros del ingreso del yacimiento. El Sindicato N°1 de Minera Escondida, con más de 2.500 trabajadores, estaba preparado para comenzar así la huelga más grande de la historia de Chile.

Pero eso no era todo, la firma temía que se repitiera el caso de la huelga de la Minera Spence, también de propiedad de la empresa australiana, cuyo proceso de negociación colectiva fue liderado por el abogado Marcos López, que hoy también representa a los trabajadores de Escondida, y cuya paralización, en 2009, duró 42 días.

“Todos los que saben de negociación colectiva en minería, cuentan que este es el abogado con el que no te quieres enfrentar”, explican fuentes conocedoras de esa operación.

En ese escenario, Lustig empezó a mover sus piezas antes de que se hiciera efectiva la huelga de Escondida. Llamó a los abogados de la Universidad de Chile, del estudio Sáez&Fernández, para que lo apoyasen en terreno. Así, a Felipe Sáez lo puso liderando la mesa de negociación colectiva y a Raúl Fernández lo dejó a cargo de los temas judiciales.

Mientras que el frente de la justicia penal lo cubrió el estudio Vergara, Galindo& Correa, al interponer denuncias y querellas criminales, que aún están en tramitación, de acuerdo a fuentes judiciales.

La gran jugada

¡Vota la huelga! ¡Los vamos a derrotar! Ante la avalancha de proclamas de los dirigentes del sindicato de Escondida, la compañía comenzó su planificación de respuesta a la inminente paralización. Los expertos en materia laboral, y que tenían más de una negociación colectiva a su haber, olfateaban que “parte de la estrategia de conflicto del sindicato era judicializar al máximo las relaciones con la empresa”, precisan fuentes cercanas al proceso.

La estrategia de la firma, por lo tanto, fue dar el primer golpe. No iban a esperar, como había sucedido en otros casos de negociación con sindicatos mineros, que los trabajadores taparan a la compañía de juicios y demandas por prácticas antisindicales.

Así, los primeros fuegos entre el sindicato y la compañía se abrieron con la negociación colectiva por el beneficio dental, por el cual los trabajadores podían pedir a la minera más dinero y capacidad de gestión. Entonces, antes de que actuara el sindicato, la empresa tomó la iniciativa y demandó al gremio de los trabajadores, solicitando a los tribunales que fijara los límites de la interpretación de las cláusulas del contrato colectivo. El fallo fue a favor de BHP, ya que el tribunal dio la razón a la compañía en cómo se estaban administrando esos fondos.

Esa primera victoria de BHP consolidó su estrategia de dar el primer golpe. Temían que el sindicato de Escondida presentara demandas por prácticas antisindicales –como por ejemplo obstaculizar el funcionamiento del sindicato o ejercer presiones contra los trabajadores–, por lo que la compañía comenzó a capacitar a su personal de confianza en este ítem.

Así fue como a cada supervisor y cada jefe de Minera Escondida, que estaría presente en la negociación colectiva, lo instruyeron en el “ABC de la negociación”, la práctica antisindical, conductas de acoso y de riesgo… La orden era no dar espacio alguno para que el sindicato contraatacara por esta vía, cuentan conocedores del proceso.

La tercera ofensiva era ganarle al sindicato el gallito en la definición de la dotación de trabajadores para los equipos de emergencia. Estos entrarían a operar cuando se hiciera efectiva la huelga. El equipo de abogados de BHP Billiton comenzó a trabajar en forma muy anticipada en esa materia. Reunieron informes operacionales, buscaron normativa internacional, todo lo que hubiese en materia de fallos judiciales y en dictámenes, y jurisprudencia administrativa en la Dirección del Trabajo.

La empresa pidió 120 trabajadores para que operara en la compañía mientras durara la movilización. El sindicato ofreció 20. Ello motivó a que BHP recurriera a la Inspección del Trabajo, la cual determinó una cuadrilla de emergencia por 80 trabajadores.

Aquella resolución no fue del gusto del sindicato y reclamó. A la espera de una respuesta judicial definitiva, el magistrado del Juzgado de Letras del Trabajo de Antofagasta, Danilo Andueza, decretó como medida cautelar respetar el dictamen de la Inspección del Trabajo y darle a la compañía esos 80 trabajadores para operar. Un acierto para los australianos.

Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso de negociación, señalan que el fallo de la Inspección del Trabajo fue equidistante y que no se puede cantar victoria con ese dictamen, porque el juicio concluye el 6 de marzo.

Ahora, reconocen que Lustig y su equipo han estado a la altura de la pelea. Si bien en materia de negociación hubo lentos avances –ambas partes recién se sentaron a conversar, en las dependencias de la Dirección del Trabajo de Antofagasta, después que los trabajadores mostraran la rama de olivo y desbloquearan el acceso a la mina–, el sindicato ha sido enfático en señalar que solo negociará bajo la condición de que se respete el piso de la negociación pasada, que los beneficios sean para antiguos y nuevos empleados, y que no se extienda el horario laboral. Ello, debido a que BHP Billiton propone un recorte de al menos 15 beneficios sociales y que no sean extensivos, muchos de estos, a los trabajadores nuevos.

No obstante, desde otra vereda reconocen que la firma ha jugado limpio al no reemplazar a sus trabajadores y solicitar una dotación para equipos mínimos con el objetivo de cubrir solo aquellas funciones que pueden poner en riesgo la seguridad y funcionamiento de la compañía, marcando pauta en futuros conflictos laborales que se debatirán en la nueva arena de la reforma laboral, que comienza este 1 de abril.

El Gobierno está preocupado, ya que el impacto de la huelga en la economía sería fuerte y el mercado del cobre lo ha resentido, aunque el resultado ha sido una subida del precio. Ayer el metal rojo cerró de vuelta por encima US$ 2.70 la libra.

Publicidad

Tendencias