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El valor de los datos más allá de un Censo Opinión

El valor de los datos más allá de un Censo

Roberto Camhi
Por : Roberto Camhi Gerente General de Mapcity
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Áreas claves como la educación, salud, seguridad ciudadana, el desarrollo de emprendimientos, turismo, por nombrar sólo algunos, serán los beneficiarios directos del buen uso de la información. Un vez que el INE socialice los resultados, entonces es la esfera privada, según su especialidad, quien debe tomar la posta de complementar datos a través de la tecnología para robustecer la información recogida, la cual se relevará una vez que sea valorada por el mundo público, el que tendrá una clara oportunidad de generar una mejor planificación y desarrollo del país en sus diversas áreas.


Dejando de lado las diversas opiniones generadas a raíz del reciente Censo abreviado realizado en Chile, esta coyuntura nos invita a reflexionar sobre la importancia de esta información para el desarrollo del país y los negocios.

La cantidad de habitantes, las condiciones en las que viven, la composición familiar, el nivel de escolaridad, su grupo socioeconómico o de acceso a servicios básicos, entre tantos otros indicadores, son elementos de enorme potencial para el análisis, especialmente, si aprovechamos esa información y aplicamos tecnología que nos permita ver a Chile con una mejor lupa.

De hecho, esto ya está disponible y debe ser aprovechada en todos los ámbitos de acción. Pensemos cuán útil es para el Estado o una empresa de servicios conocer con exactitud aspectos relacionados con la demografía o necesidades específicas de determinado sector habitacional en una ciudad como Santiago, Vicuña o Castro. Hoy con la información diaria de las ciudades y sus habitantes, es posible analizar y sintetizar datos gracias a tecnologías relacionadas a la georeferenciación y localización, permitiendo descubrir “lo invisible” a través del cruce y análisis de datos, comprendiendo características e insights de valor que no están a primera vista.

Con lo anterior, no sólo obtendremos una visión detallada y segmentada en relación a las 21 preguntas que contempló el Censo, sino que podremos entender comportamientos de la población, predecir desarrollo de mercados y generar políticas públicas específicas, que permiten una mejor toma de decisiones en diversos sectores, gracias a la integración del “dónde” en la ecuación y la predicción de conductas a través de conclusiones que expliquen el por qué de tales sucesos.

Áreas claves como la educación, salud, seguridad ciudadana, el desarrollo de emprendimientos, turismo, por nombrar sólo algunos, serán los beneficiarios directos del buen uso de la información. Un vez que el INE socialice los resultados, entonces es la esfera privada, según su especialidad, quien debe tomar la posta de complementar datos a través de la tecnología para robustecer la información recogida, la cual se relevará una vez que sea valorada por el mundo público, el que tendrá una clara oportunidad de generar una mejor planificación y desarrollo del país en sus diversas áreas.

El camino más expedito actualmente es la invitación a dejar de criticar la forma y focalizarnos en el fondo: la información es poder. Si logramos tenerla a mano, actualizada, complementada y correctamente administrada, seremos capaces de seguir teniendo una visión controlada de lo que pasa hoy para planificar de forma eficiente el futuro.

Roberto Camhi
Gerente general Grupo Mapcity

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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