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Un ataque informático que significó la pérdida de US$ 10 millones y la intermitencia en el sistema del Banco de Chile han despertado la preocupación de parte de entidades bancarias que se han visto en la obligación de acelerar sus actualizaciones y medidas de prevención para entregar un clima de seguridad a sus millones de clientes.
Luego de conocerse el ataque y las consecuencias que sufrió el Banco de Chile tras un ataque informático que le costó US$ 10 millones, las entidades bancarias están apurándose para actualizar sus sistemas de seguridad, e incluso el de sus cajeros, ante la fragilidad que quedó expuesta tras un golpe que nadie vio venir.
Un plan de fortalecimiento de los sistemas operativos de sus cajeros automáticos anunciaron ayer Santander y Banco de Chile, entidades que tienen el 13,6% y 19,1% del total de dispensadores de Chile.
Cabe destacar también que durante esta semana el superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Mario Farren, durante una presentación ante el Club Monetario de la Universidad Finis Terrae, pidió un encuentro con los ejecutivos del Chile para “ver los avances y progresos” que ha implementado la entidad a raíz del ataque, el cual ya está “contenido”, aseguró Farren.
En el caso de Santander, anunciaron el repertorio de acciones que se activarán «desde ya y con una alta prioridad», entre las que destacan la migración de su red de cajeros automáticos a la última versión del sistema operativo (que actualmente es Windows XP), acelerar la reconversión de todo su parque de tarjetas de crédito y débito al sistema de chip y desplegar una potente campaña de educación financiera y ciberseguridad.
«Este conjunto de iniciativas que permitirán generar un ambiente de mayor protección de los clientes, derivará en un esquema en que las tarjetas del banco que no hayan migrado a la tecnología de chip dejarán de operar en territorio nacional en el momento en que se dé por terminada la campaña», señalan desde Santander.
Por su parte el Banco de Chile informó, por medio de una carta a sus clientes que “estamos realizando una serie de ajustes para fortalecer los sistemas de seguridad. Debido a la situación antes descrita (la intermitencia en su sistema), esto podría impactar transitoriamente nuestros canales digitales”.
Además, desde el banco mencionan que están acelerando el proceso de recambio «y a fines de 2018 tendremos el 100% de nuestras tarjetas de crédito y débito adaptadas a la última tecnología (chip y contactless)”.
Respecto a los cajeros automáticos del Banco de Chile, también aseguraron estar avanzando en la migración al sistema operativo Windows 7.
Por el conrtario, según consigna Pulso de La Tercera, BancoEstado es el que estaría más atrasado en seguridad. La entidad estatal es la que por lejos tiene la mayor cantidad de ATM en el país y sus sistemas de cajero son los que se han quedado más atrás en la plaza. Adicionalmente el medio agrega que entidades privadas llevarían al menos un par de años conversando con BancoEstado para que actualice su parque de cajeros, sin embargo, la respuesta de la firma habría sido negativa.
