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El atraso tecnológico del sistema financiero chileno


La crisis financiera de los 80 fue un gran mazazo para la industria bancaria chilena y sectores afines. La dura experiencia vivida permitió sacar costosas) lecciones que ayudaron a gestar una mejor regulación para el mercado financiero, lo que permitió un renacimiento del sector con instituciones más robustas y el desarrollo de nuevos productos financieros y fortalecimiento de negocios existentes como el asegurador.

Desde entonces, la industria ha avanzado a pasos gigantescos, consolidándose y siendo un ejemplo en muchos aspectos para sus similares de la región y de otras partes del mundo. Pero hay un aspecto en la que está en deuda: el sector está anclado en tecnología antigua, y por tanto debe modernizarse si quiere seguir liderando la región.

Puede sonar a generalización, porque es cierto que en la industria financiera local muchas firmas han invertido -y están invirtiendo- en soluciones tecnológicas avanzadas. Pero me atrevo a afirmar que a pesar de ello, en general se usan sistemas anticuados y que, como consecuencia, en gran parte de las instituciones tienen dificultades con sus procesos y proyectos de desarrollo de negocio.

A diario en nuestro trabajo nos encontramos con entidades que deben lidiar con problemas en aspectos tan básicos como conciliaciones de tesorería, control de firmas, integraciones financieras, gestión de precios y comisiones en línea y un largo Esta inmadurez ocurre porque no se ha invertido lo suficiente en tecnologías world class que sustenten de manera más robusta y flexible sus negocios, y no hacerlo conlleva el riesgo incluso de afectar el patrimonio de sus clientes. Ejemplos de ello vemos en los diarios: envío erróneo vía e-mail de cartolas, sistemas de vale vistas que se caen, páginas WEB fuera de servicio y otros. Eso sin mencionar actos derechamente fraudulentos y criminales, incluidos lavado de activos, fraudes tributarios y otros.

También hay un uso extendido (e inadecuado desde el punto de vista tecnológico) de planillas Excel para manejar procesos críticos que debiesen estar soportados por otras soluciones diseñadas para tales efectos, generando riesgos de errores internos que tarde o temprano impactan a los clientes, y que pueden afectar también el crecimiento de la operación, aumentando la ineficiencia y también el riesgo.

Este desfase tecnológico igualmente provoca dificultades para introducir innovaciones que podrían repercutir favorablemente en la actividad comercial de las instituciones, como el hecho de que en Chile estamos muy atrasados en la adopción de banca móvil, nos solo en banca comercial, sino también en banca de inversiones, corporativas, pese a que la tecnología en tal sentido existe.

La solución pasa tanto por un cambio cultural, como por inversión en tecnologías que aseguren la disponibilidad y oportunidad de la información según los requerimientos específicos de los negocios, ahorrando tiempo y dinero tanto de las propias entidades como de sus clientes. Además, invertir en tecnologías world class puede constituirse en un elemento diferenciador de cara al mercado y acelerar el crecimiento del negocio.

Gonzalo Liebe
Country Manager de Resource IT Solutions

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