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Los astros y los números están con Dunga

El mismo 28 de junio en que las selecciones de Chile y Brasil jugarán uno de los encuentros de octavos de final del Mundial de Sudáfrica, ‘la Roja’ estará conmemorando cien años, un mes y un día desde su primer partido oficial, jugado el 27 de mayo de 1910.


De un lado Kaká, Robinho y Elano, los astros de Brasil que vuelven a la formación titular después de noventa y tantos minutos de ausencia, y del otro Chile a la vista en octavos de final exactamente doce años y un día después de que el verdugo verde-amarillo devolvió a casa la generación liderada por la dupla ‘Za-Sa’: Iván Zamorano y Marcelo Salas.

El mismo 28 de junio en que las selecciones de Chile y Brasil jugarán uno de los encuentros de octavos de final del Mundial de Sudáfrica, ‘la Roja’ estará conmemorando cien años, un mes y un día desde su primer partido oficial, jugado el 27 de mayo de 1910.

Cuatro mundiales atrás la cita en octavos de final de chilenos y brasileños fue en el Parque de los Príncipes de París, el 27 de junio de 1998, y el desenlace favoreció por 4-1 al país que ha sido campeón cinco veces.

El primero de los dos enfrentamientos ya registrados por ambos países en copas ocurrió en la edición de 1962 disputada en el mismo territorio austral y la selección de Pelé, Garrincha y Zagallo lo resolvió con un 4-2.

El nuevo encuentro será este martes en el estadio Ellis Park, de Johannesburgo, y en el banco de Brasil estará un testigo de excepción: Dunga, que en el Mundial de 1998 era jugador y capitán.

Decir, entonces, que los astros y los números favorecen a Dunga es ir allende del aviso optimista de una carta astral.

Desde que Dunga, nacido bajo el signo de escorpión hace 46 años, sucedió en julio de 2006 a Carlos Alberto Parreira como seleccionador de Brasil, enfrentó a Chile en cuatro ocasiones.

Los de Carlos Caetano Bledord Verri ‘Dunga’ ganaron los cinco encuentros, marcaron veinte goles y encajaron apenas tres.

‘La Roja’, cuyo máximo logro en Mundiales fue el tercer puesto en la edición de 1962 disputada en su territorio, llega por tercera vez a una serie de octavos de final pero minada por tres bajas: las de Waldo Ponce y Gary Medel por acumulación de tarjetas amarillas, y la de Marco Estrada por expulsión.

Ambas selecciones se enfrentaron tres veces en el 2007. En un amistoso jugado en Suecia en marzo, Brasil vapuleó por 4-0. Cuatro meses después, en plena fase de grupos de la Copa América disputada en Venezuela, se impuso por 3-0. Y por 6-1 en los cuartos de final.

El argentino Marcelo Bielsa fue ajeno a estos fracasos de ‘la Roja’, pues llegó al cargo en agosto de 2008, el tercer año de ‘la era Dunga’.

Pero tampoco ha podido encontrar la fórmula para neutralizar el poder de los brasileños pues un mes después sus dirigidos fueron goleados en Santiago por 3-0 y en el mismo septiembre, pero del 2009, no hubo revancha. Los de Dunga se impusieron por 4-2.

Ambos choques correspondieron a las eliminatorias sudamericanas que terminaron con el dominio de Brasil y Chile como escolta.

En el que será el partido número 54 de Sudáfrica 2010, Bielsa tendrá un desafío aparte, contra el recuerdo de la eliminación de Argentina en la fase de grupos del Mundial Corea del Sur-Japón.

El 12 de junio del 2002 la Argentina de Bielsa, que llegó con el rótulo de favorita, se despidió al empatar 1-1 con Suecia.

Ocho años y dieciséis días después de ese triste final, Bielsa espera ir más allá con el sueño de los chilenos.

Pero si fuera por la confianza que los números dan a Dunga, ni Bielsa, ni la selección Albiceleste, que ahora conduce Diego Maradona, pueden estar tranquilos con la sombra de Brasil.

Ante la pregunta de una hipotética final con los argentinos, el 11 de julio en el Soccer City, de Johannesburgo, Dunga apeló el viernes una vez más a la ironía que usa en su relación con la prensa para insinuar que la ‘numerología’ del fútbol está de su lado.

«¿Que si Brasil debe preocuparse con Argentina?», devolvió la pregunta a su interlocutor. «Usted, como argentino -dijo al periodista- debe haber visto los últimos resultados con Argentina».

El regido por el planeta Plutón, un escorpio que los astrólogos definen como «enérgico, apasionado, sagaz, celoso, intuitivo, reservado» y hasta «cínico y rencoroso», se refería a la goleada por 1-3 que Brasil infligió en 2009 a Argentina, un 5 de septiembre como el de 1993 cuando Colombia vapuleó por 0-5 en Buenos Aires.

Con Dunga en el banco, Brasil también empató sin goles en las eliminatorias en junio del 2008, goleó por 3-0 en la final de la Copa América de 2007 y con idéntica diferencia en amistoso jugado en Londres en setiembre del 2006.

«Al típico escorpio le cuesta perdonar», dicen los místicos, y de Dunga lo mismo opina la prensa brasileña.

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