El registro parte con María Estela Ortiz, viuda de José Manuel Parada, y su pequeño hijo, en una acalorada discusión con carabineros frente al palacio de La Moneda.
A María Estela Ortiz no le permitían pasar a dejar una flor en un acto de protesta por la desaparición y posterior asesinato del sociólogo de la Vicaría de la Solidaridad, quien apareció cinco días después de ser secuestrado a fines de marzo de 1985, por agentes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMCAR), en camino a Quilicura frente al fundo «El Retiro», y cerca del aeropuerto Pudahuel, junto a Santiago Nattino, pintor y partidario de la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH) y Manuel Guerrero, profesor y dirigente de la AGECH.
El asesinato de estos profesionales es lo que se conoce como “Caso Degollados”, que consistió en el secuestro y asesinato de tres miembros del Partido Comunista de Chile, perpetrado por Carabineros hacia finales de la dictadura militar del general Augusto Pinochet.
Este crimen causó hondo impacto tanto nacional, como internacional, dando lugar a una extensa investigación judicial que finalmente y gracias a la Comisión Rettig (1991) llegó a la convicción que los tres profesionales fueron torturados y degollados por agentes estatales debido a su militancia en el Partido Comunista y las actividades que realizaban en oposición al régimen militar.
En marzo de 2006 se inauguró el monumento llamado “Un lugar para la Memoria de Nattino, Parada y Guerrero” o más conocido como “Las Sillas”, que fue realizado por dos arquitectos, Rodrigo Mora y Ángel Muñoz más el artista Jorge Lankin.
