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Eminem a la pantalla grande

Dirigida por Curtis Hanson (Fin de semana de locos) y protagonizada por Eminem y Kim Basinger, este interesante relato urbano se inspira y retrata los difíciles comienzos del popular cantante de rap, para trasformarse en une espejo de la discriminación social, el desempleo y la marginación en Detroit de mediados de los noventa.


Pese a innumerables y esforzados intentos de cantantes por incursionar en cine, los resultados en los últimos años han sido funestos. Ya sea como actores o directores, su participación en el rubro de las imágenes en movimiento los confirma con más fuerza en la música.



Como no mencionar la incursión cinematográfica de Mariah Carey o la patética Amigas para Siempre de la sobrevalorada Britney Spears, donde el tedio, el aburrimiento y la siutiquería pareciesen ser los temas centrales de sus historias.



Un caso no menor lo refleja el seudo director Fito Paez y su criticada y pisoteada Vidas Privadas, donde ni siquiera la música salva un poco el derroche de celuloide y la absurda narrativa que presenta el filme.



Sin embargo y en contra de esta línea de fracasos, Curtis Hanson retrata fielmente el Detroit de mediados de los noventa para dar vida a una dramática y a la vez dinámica y entretenida historia sobre la vida de uno de los más populares cantantes de rap del momento.



Los que una vez fueron barrios ricos se han deteriorado desde que la población blanca de la que fuera una ciudad próspera emigró cuando las oportunidades y el optimismo desaparecieron. El brillante futuro industrial de Detroit se desplomó en una pila de problemas económicos y raciales, luego de uno de los peores amotinamientos en la historia estadounidense.



Bajo esta superficie se desarrolla una larga historia de expresiones artísticas creadas bajo presión, gran parte de las mismas expresándose como música. Las melodías de la ciudad siempre ha provenido de las entrañas de la clase obrera, una expresión auténtica de las realidades de su vida, donde el mundo musical del rap y el hip hop no ha sido una excepción.



La supervivencia es la clave en los barrios bajos de Detroit, pero para muchos, el salvavidas emocional es el rap o el hip hop. Como expresión artística, la música rap es espontánea y rápida, actual y perspicaz; exige dominar el lenguaje; es cambiante y requiere de mucha observación, lo mismo que de franqueza emocional. Para personas como Jimmy Smith, Jr. (Eminem), el hip hop es lo único que existe entre él y la nada.



Ante la ausencia de una vida familiar normal, Jimmy y sus amigos, Future (Mekhi Phifer), carismático y audaz; Sol (Omar Benson Miller), optimista y soñador; DJ Iz (De’Angelo Wilson), activista político y Cheddar Bob (Evan Jones), lento pero seguro, han creado su propio hogar. Jimmy y su »equipo» (Three One Tirad) viven esperando »obtener una buena oportunidad muy pronto», mientras luchan para sobrevivir en sus trabajos miserables y navegan los campos minados de sus turbulentas relaciones personales. Tal y como lo dice Jimmy con franqueza: »todos somos más pobres que el carajo y vivimos en las casas de nuestras madres».



En las noches, alimentan sus sueños en los clubes de hip hop de Detroit donde los mejores rappers de la ciudad se enfrentan con frases abusivas que riman para ganarse el respeto de quienes los rodean. En el mundo poco poético de Three One Tirad, el verso se usa como un arma con palabras que intentan herir. Y la victoria pertenece al más rápido y más agudo.



Jimmy posee las habilidades que necesita para triunfar. Pero necesita encontrar la forma de expresarse y enfocar su ira usando la música. Pero a medida que Jimmy encuentra su voz, también comienza a encontrar su camino y una voluntad para explorar las nuevas rutas que lo llevarán más allá de los límites dentro de los cuales ya no puede vivir.



Calle de las Ilusiones presenta una interesante construcción de personajes a la hora de reflejar su mundo interior, sus miedos, sus anhelos y por tanto sus sueños. Hay que destacar que la sobria pero acertada caracterización de Eminem es sorprendentemente notable. Es evidente que actuar su propia historia lo ayuda, sin embargo muestra una solidez actoral -apoyada en un buen guión-, que tapa uno que otro bache que pueda tener la narración.



Pese a que la violencia dominará la escena con golpizas y persecuciones, las secuencias de improvisaciones de rap, además de ingeniosas y punzantes, levantan mucho el ritmo de la película, para llenar de color los tonos oscuros de la fotografía, fiel reflejo de los barrios bajos de Detroit.



El director Curtis Hanson logra extraer la agresividad, altanería y energía de Eminem como cantante y la transforma en una tensión contenida en el personaje para explotar en el desenlace en un gran derroche de emoción y sorpresa.



Con una acertada dirección, destacadas interpretaciones, una sobria y fiel fotografía y una entretenida e hilarante historia, Calle de las Ilusiones se trasforma en uno de los trabajos biográficos o semibiográficos más interesantes de los últimos años.

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