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La captura de Sadam Husein: la nueva excusa aliada

La orden impartida a miles de soldados para buscar al derrocado líder es sólo un nuevo truco mediático. Los aliados enfrentan una serie de dificultades para normalizar el país invadido. Tras el sonado fracaso en probar la existencia de armas de destrucción masiva o los supuestos nexos con el grupo Al Qaeda, ponerle precio a la cabeza de Sadam es un recurso extremo para legitimar una intervención que se les cae a pedazos.


Actualmente, en Irak "liberado" no se ha logrado reestablecer el orden. Según una encuesta divulgada por los principales medios del Medio Oriente, la población local considera que las cosas "están mucho peor que en los tiempos de Sadam". Opinión que se hace, particularmente, evidente entre los hombres de negocios que esperan en vano que la productividad despegue.



El rotundo fracaso de los órganos de inteligencia de Inglaterra, EEUU y España que participaron activamente en la invasión, ha dejado al descubierto falencias que van más allá de sus ámbitos operativos. Son fallas en la estructura política de los estados que decidieron ir a la guerra y que, ahora, siguen errando en la búsqueda y captura de Sadam Husein. Rastreo que, junto a las amenazas contra Irán, tiene como objetivo revitalizar el interés mediáticos y frenar la caída en la popularidad de George Bush, José María Aznar y Tony Blair.



Fuentes iraquíes, consultadas por El Mostrador.cl, informan que el país está paralizado. "Las personas están sorprendidas con la incapacidad que tienen los reyes del libre mercado para echar a funcionar la economía. Se han concentrado, sin éxito, en fortalecer el aparato central del Estado. Medida que puede ser obvia, pero que no ha estado acompañada de la reactivación productiva. La gente se pregunta con razón: ¿qué vinieron a hacer?".



Sobre el paradero de Sadam aseguran que "EEUU sabe donde está y negocian con él su captura. Lo que no saben aún es cómo hacer todo el evento presentable ante la opinión pública mundial. Incluso pueden encontrarlo muerto, si las negociaciones fracasan".



En este sentido, toda la propaganda divulgada por la prensa sobre una fuerza de 25.000 efectivos destinada a buscar a Husein, es solo una forma para desviar la atención de los iraquíes y del resto del mundo. Según nuestras fuentes, nadie sabe a ciencia cierta qué pasó con Sadam; si murió en los bombardeos o si logró escapar con vida. De ser así: "Sadam no necesariamente estaría en Irak. Puede estar en cualquier otra parte", afirman.



El Estado degradado

El espectáculo de portavoces de los países responsables de un desastre de proporciones globales, entregando múltiples razones para esta guerra, refleja el nivel de degradación alcanzado en el funcionamiento de los estados respectivos. Lo más grave es que este fenómeno no ha motivado una preocupación generalizada.



La tendencia predominante en los políticos y diplomáticos que pretenden "esclarecer" los hechos, es a minimizar los efectos de este mar de incoherencias. "Son situaciones tan complejas, que nadie estaba habituado a enfrentar. Lo que sobresale es un marco de información desigual en los jefes de Estado. Cada uno se remite a su propia intereses, lo que deja en evidencia la profunda desconfianza en compartir la información", sostiene una analista apostada en Bruselas.



Coincidentemente, Bélgica ha sido el país que con mayor consistencia ha criticado la invasión de Irak. Pero al mismo tiempo, el gobierno belga no ha sido capaz de resistir las presiones de los EEUU. El secretario de defensa Donald Rumsfeld amenazó que las nuevas instalaciones de la OTAN no contarían con el aporte de los EEUU, si el gobierno de Bruselas insistía en dar curso a las acusaciones contra Bush padre, Powell y Tommy Franks, por actos que violan las leyes belgas. Ante la amenaza, Bruselas optó por dejar "en suspenso" dicha figura legal.



"Es una debacle a todas luces de los aparatos estatales. Se escribirán páginas y páginas y se harán cientos de declaraciones. Pero no será posible generar, por un largo tiempo, un cuadro coherente, que entregue al público la sensación de estar en un ambiente global de seguridad. Y esa es la obligación de esta generación de políticos. Hay un fracaso generalizado que atraviesa a todos los que conducen la situación", agrega la fuente.



Nuevo Mesías



Existe una tendencia política a buscar un Mesías que lo resuelve todo. Eso se le inculca a la población y esta lo absorbe. Los sistemas democráticos que se han creado en occidente son sistemas jerárquicos con una distribución del poder, donde el ejercicio de la mediatización consume y anula a la participación civil.



Y esta no es responsabilidad exclusiva de los líderes. Es una responsabilidad de la sociedad civil y de los métodos de expresión política a su disposición. Estamos en presencia de nuevas "dictaduras" en donde los estados, en la práctica, han aplastado a la civilidad con un método conocido: generar incertidumbre, a lo que se agrega, ahora, el poderoso ingrediente de la amenaza terrorista.



No solo la ONU se ha visto avasallada. También los estados nacionales han sido objeto en esta práctica de depredación por parte de una generación de políticos ensimismados en dos conceptos cada vez más oscuros e inasibles para la ciudadanía: democracia y mercado libre.



El cuadro de degradación generalizado en los estados y en los políticos que los conducen, no es reconocible porque no hay espejo donde mirarse. Es el único modelo que tenemos. Aunque los sistemas políticos que los sustentan muestran indesmentibles síntomas de fatiga.



De este modo, Irak fue solo el catalizador que dejó al descubierto la incapacidad de una clase política complaciente que no pudo o no quiso evitar la guerra, y que no sabe cómo ganar la paz. Su objetivo central está determinado a la sustentación económica de los regímenes que representan. Pero ha quedado demostrado que con eso no basta.





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