El escritor chileno Roberto Bolaño murió en Barcelona esperando un transplante de hígado y pudo haberlo obtenido en Chile. Al menos algunos de sus amigos creyeron que pudo haberlo obtenido en Chile y tal vez allí estuvo su error.
Roberto Bolaño vivía en Blanes, al noreste de España, desde 1977 y hacía 12 años (1991) que sufría una insuficiencia hepática que los médicos diagnosticaron como irreparable, a no ser que consiguiera un órgano nuevo a la brevedad. Bolaño se había inscrito en el Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona y, según el mismo relató, estaba "tercero en la lista de espera".
Debieron ser buenos amigos, o al menos amigos muy bien conectados, los que iniciaron las gestiones con el Gobierno, porque dos ministros de Estado se enteraron del caso y analizaron la posibilidad de enviar un hígado hasta España, para salvar la vida del escritor.
El ministro de Salud, Pedro García, recibió el llamado de otro Secretario de Estado y juntos analizaron esta posibilidad. En favor de la solicitud jugaban el prestigio internacional del escritor, su rol de embajador extraoficial de la cultura, sus obras por publicar. En contra, la dificultad de encontrar rápido un donante idóneo, que cumpliera, por ejemplo, con el tipo sanguíneo adecuado. Además estaba la distancia entre Santiago y Barcelona y la posibilidad de estropear el órgano en el viaje. Más aún, la inconveniencia política de postergar a un ciudadano que hubiera postulado legalmente a un trasplante, por otro que, aunque destacado, no estuviera inscrito en una lista oficial. Este último era el peor de los tres escenarios, pero empeoraba aún más si se combinaba con el dos. La solicitud no siguió adelante.
Consultada por el intento, la viuda de Roberto Bolaño, Carolina López, se mostró sorprendida y molesta incluso por revivir la muerte del escritor. No obstante, aseguró que no sabía nada y esgrimió un argumento legal para la imposibilidad de haberle entregado un hígado chileno.
"Roberto estaba en un listado de un hospital público, esperando un transplante de hígado y no se puede traer hígado de Chile a España y aquí la ley lo prohíbe, y me imagino que la chilena también, porque para hacerse un transplante hay una lista muy rígida donde todos somos iguales", dijo Carolina López.
Finalmente, López se limitó a señalar su desacuerdo por desempolvar un hecho del pasado. "Parece que estáis buscando un poco de carroña», apuntó.
Roberto Bolaño murió en Barcelona el martes 15 de julio de 2003.
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