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Michael Moore acusa vinculaciones entre Bush y la familia Bin Laden

El director de Bowling for Columbine y autor de Estúpidos hombres blancos ha vuelto. En su incansable lucha por sacar a Bush de la presidencia de EEUU, Michael Moore lanza su nuevo "dardo", ¿Qué han hecho con mi país?. Esta vez, el autor se preocupa de sembrar la duda ante la real autoría de los atentados del 11 de septiembre de 2001.


Michael Moore se ha propuesto una tarea compleja: sacar a George W. Bush de la Casa Blanca. Uno de sus ataques más recordados fue cuando recibió el premio Oscar al mejor documental por Bowling for Columbine, donde aprovechó su discurso de agradecimiento para dirigirse al presidente norteamericano, definiéndolo como una "vergüenza nacional". Posteriormente, salió con fuerza al mercado con su libro Estúpidos hombres blancos, en el que Moore relataba con suma precisión y con muchos datos, cómo Bush robó las elecciones presidenciales que Al Gore debió haber ganado.



Michael Moore vuelve a la carga con su nueva publicación, ¿Qué han hecho con mi país?, lanzado por Ediciones B y donde el autor acusa a la familia Bush de sostener relaciones con Osama Bin Laden. Irónico, agudo y descarnado, Moore pretende dar algunas luces sobre las reales responsabilidades en los atentados ocurridos el 11 de septiembre de 2001, en Nueva York, y la implicancia de su presidente en el hecho.



En el capitulo Siete preguntas para George de Arabia, el autor lanza a Bush algunas interesantes interrogantes: ¿Es cierto que Los Bin Laden han mantenido relaciones comerciales contigo y tú familia, de manera intermitente, durante los últimos 25 años? ¿En que consiste la relación especial entre Los Bush y la familia real saudí? ¿Por qué proteges el derecho a portar armas de terroristas en potencia? ¿Sabías que, mientras eras gobernador de Tejas, los talibanes fueron a tu estado para reunirse con tus colegas de las empresas de petróleo y gas?



En el mismo capítulo, Moore pregunta y responde por Bush en relación al día después de los atentados del 11 de septiembre y el vuelo secreto de la familia Bin Laden, por todo el país. "¿Por qué permitiste que un avión privado saudí sobrevolara Estados Unidos, tras el 11 de septiembre, para recoger a miembros de la familia Bin Laden y luego sacarlos del país sin que el FBI hubiera investigado el caso?".



"George, esto no es nada personal, pero me quedé tirado en Los Ángeles, la mañana del 11 de septiembre. Las pasé moradas para conseguir un coche de alquiler y conducir cinco mil kilómetros hasta casa, sencillamente porque tras los atentados se prohibieron los vuelos durante varios días. Sin embargo, se permitió que la familia Bin Laden volase en aviones privados por todo Estados Unidos, preparándose para abandonar el país… ¿Me podrías explicar por qué? Esos aviones privados, bajo la supervisión del gobierno saudí y con tu aprobación, cruzaron el espacio aéreo estadounidense y recogieron a 24 miembros de la familia Bin Laden, para llevarlos, en un primer momento, a un punto de reunión secreto en Tejas. Luego volaron a Washington y después a Boston. Finalmente, el 18 de septiembre pusieron rumbo a París y quedaron fuera del alcance de los funcionarios norteamericanos", comenta Moore.



Esta conjunción de siete preguntas reunidas en un capitulo, son sin duda uno de los aspectos más relevantes y decidores del libro, que además, establece ciertas dudas sobre la real autoría de los atentados. Moore ha ocupado todas las instancias que han aparecido en su cabeza para enviar recados y ataques a Bush. En su lucha por desenmascarar a este impostor "alcohólico y analfabeto", que robó un puesto que había obtenido democráticamente Al Gore, Michael Moore se preocupa de registrar todos los temas que vinculen al presidente norteamericano con situaciones censurables. Y sobre todo, con hechos relacionados con muertes inocentes.



En el Hogar del embustero, el autor embiste contra Bush y sus justificaciones, para iniciar la guerra contra Irak, y de pasada le da una "caricia" a Bill Clinton. "¿Cuál es la peor mentira que puede decir un presidente? ‘No he mantenido relaciones sexuales con esa mujer, la señorita Lewinsky’. O… ‘Tienen armas de destrucción masiva, las armas más mortíferas del mundo, que suponen una amenaza directa para Estados Unidos, nuestros ciudadanos y nuestros amigos y aliados’. Una de estas mentiras llevó a un presidente al borde de la destitución y el procesamiento. La otra mentira no sólo permitió que el embustero que la dijo consiguiese la guerra que pretendía, sino que se tradujo en múltiples oportunidades de negocios para sus amigos y, prácticamente, le garantiza una victoria aplastante en las próximas elecciones".



George W. Bush ha sido cuestionado en innumerables ocasiones producto de su predisposición hacia los conflictos armados. Una serie de antecedentes avalan su mala y tendenciosa gestión. Sin embargo, sigue ahí, y tal vez con más fuerza que nunca. Michael Moore es uno de los pocos que se ha atrevido a encararlo sin tapujos, acusándolo, desacreditándolo e insultándolo. "Quizá el motivo por el que Bush sigue siendo presidente responde al viejo dicho de que si se sostiene una mentira de manera continuada, durante mucho tiempo, termina por convertirse en realidad".



Moore también se toma un tiempo para aconsejara a sus compatriotas, dedicando un capítulo sobre cómo defenderse de las amenazas armadas.



En ¿Cómo acabar con el terrorismo? ¡Dejando de ser terroristas!, el autor ofrece una guía con algunos consejos para evitar acciones terroristas: "Apresar a Osama Bin Laden; cuando se da un golpe y se derroca al líder de otro país elegido democráticamente, hay que hacerlo bien; al intentar apoyar un dictador latinoamericano, hay que tratar de hacerlo sin matar demasiadas monjas y arzobispos; al intentar asesinar al presidente de Cuba, hay que asegurarse de conseguir el tipo adecuado de puros con explosivos; cuando matamos civiles no deberíamos llamarlo, ‘daños colaterales’; una forma infalible de estar realmente seguros sería destruyendo las armas de destrucción masiva que siguen en manos de la nación que ha matado a más gente, que el resto de las naciones nucleares juntas; debemos renegar de inmediato de la política de guerra preventiva de Bush; dejar de actuar como un ladrón que dice ‘arriba las manos, dame las armas y, bueno, ahora dame el petróleo y, finalmente, empezar a bombardear a gente de piel blanca".

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