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Ségonèle Royal apuesta por los votos del centro para la segunda vuelta

Candidata socialista -que ya recibió el respaldo de los otros aspirantes de izquierda- sabe que necesita de la ayuda de todos para vencer a su rival de la UMP, el conservador Nicolas Sarkozy. Y es que según el primer sondeo efectuado después de conocer los resultados de los comicios, obtendría el 46% de votos contra el 54% del representante de la derecha.


«Voté por Ségolène Royal porque preferí asegurar su presencia. Yo voto siempre por los verdes, es cierto que esta vez estuve indeciso entre Royal y Dominique Voynet, pero finalmente, decidí por el voto útil», afirmó Franck Darras, un francés de 36 años que trabaja en el gabinete del alcalde del distrito 18, donde se encuentra Montmartre.



Como él, varios de sus compatriotas optaron desde este primer tour de la elección presidencial por el «voto útil»: asegurar que la aspirante del Partido Socialista estuviera en segunda vuelta y eliminar así el recuerdo del 21 de abril de 2002, cuando Lionel Jospin quedó inexplicablemente fuera de competición en beneficio del candidato de extrema derecha, Jean Marie Le Pen. Y lo lograron. A las 20 horas, Francia ya sabía que Nicolas Sarkozy, candidato de la derechista UMP, y la representante socialista se enfrentarán en la segunda vuelta, programada para el 6 de mayo próximo. Previamente, lo harán frente a las cámaras, pues el debate televisivo está previsto para el 2 de mayo.



Sin embargo, a la hora de sufragar no todos pensaron en la necesidad de asegurar la presencia de los socialistas en la segunda vuelta. Pascal Ralite, camarógrafo de cine e hijo del senador comunista Jack Ralite, aseguró que «votar útil» desde el primer momento es peligroso para el sistema. «Votar útil es votar primero por lo que uno cree. Hay quienes dicen que hay que votar desde la primera vuelta por Royal para asegurar que ella esté presente el 6 de mayo, pero eso es comenzar a instalar en Francia la existencia de dos grandes partidos, y ese no es nuestro sistema, nosotros siempre hemos tenido una pluralidad de partidos políticos. Además, entre más votos tengan los candidatos de la izquierda extra PS, más pesarán sus ideas en la segunda vuelta. Eso obligará al PS a tomar una posición más de izquierda que la que tiene en estos momentos».



Según los datos del Ministerio del Interior contabilizada la totalidad de los votos (excluyendo a los residentes en el exterior), Sarkozy obtuvo 31,11% y Ségolène Royal, 25,84%. Franí§ois Bayrou, de la UDF 18,55%; Jean Marie Le Pen (Frente Nacional) 10,51%; Olivier Besancenot 4,11%; Philippe de Villiers (Movimiento por Francia), 2,24%; Marie Georges Bouffet (Partido Comunista) 1,94%; Dominique Voynet (Partido Verde) 1,57%; Arlette Laguillier (Lucha Obrera) 1,34%; Fréderic Nihous (candidato de la Agrupación de la caza, pesca, naturaleza y tradiciones), 1,32%; José Bové (Altermundista) 1,32%; Gérard Schivardi (Partido de los Trabajadores) 0,34%.



Aunque los candidatos de izquierda extra socialista hicieron un llamado a sus electores a votar en la segunda vuelta por Royal, con el objetivo de hacer un frente común contra Sarkozy, el problema es que juntos solo obtienen 37,61%. Además, un sondeo realizado a partir de 20:15 horas por Pisos, para la cadena televisiva France 2, señalaba que en la segunda vuelta ella obtendría 46% de votos contra 54% de Nicolas Sarkozy.



Así, en su primer discurso después de las elecciones, la candidata -vestida completamente de blanco- hizo un llamado, desde su circunscripción en Deux Sévres, a todos los electores que se sintieran interpretados por su pacto presidencial y cuyo candidato o candidata quedó en el camino, a votar por ella. «Yo estoy consciente de la responsabilidad que ustedes me han confiado esta noche, es necesario hacer una nueva campana para que Francia se levante, para que encuentre el optimismo, la audacia y la serenidad (…) el 6 de mayo la elección será clara frente a dos opciones muy diferentes (…) Yo tiendo la mano a todos quienes creen que no sólo es posible, sino que es urgente cambiar este sistema que no funciona más».



En tanto, Nicolas Sarkozy, estaba feliz, radiante. Y era que no si obtuvo un poco mas de 10% de lo que logró el actual presidente, Jacques Chirac, en 2002 (19,9%) y además contuvo el avance de la extrema derecha. Desde París, el candidato de la derecha y favorito de todos los sondeos de opinión aseguró que su objetivo de cara a la segunda vuelta es «agrupar al pueblo francés alrededor de un sueño: aquel de una República fraterna». Y agregó: «A la Francia que todo me ha dado, yo quiero devolvérselo todo».



Asimismo, sostuvo que mantendrá su discurso de campaña y que continuará hablándole a los franceses que sienten que dan mucho, pero que finalmente no reciben nada. Con tono paternalista, dijo «yo quiero proteger a los franceses que tienen miedo del futuro, que se sienten frágiles y vulnerables (…) contra la violencia, la delincuencia, pero también contra la competencia desleal y las deslocalizaciones, la degradación de sus condiciones de trabajo, contra la exclusión».



Tras los votos de Bayrou



Por su parte, el candidato del centro Franí§ois Bayrou, quien triplicó su votación del 2002, se mostró orgulloso de la nueva fuerza política que se crea en Francia: «hay al fin un centro en Francia, largo, fuerte e independiente. Esta fuerza no se detendrá (…)». Frente a sus electores, Bayrou sostuvo que su votación refleja a un gran grupo de personas que están descontentas con la actual situación del país y que son capaces de actuar y de movilizarse fuera de las dos grandes coaliciones.



¿Podrá Ségolène Royal obtener la mayor parte de los votos de Bayrou? Es la gran pregunta del momento. Varios expertos señalan que los apoyos del candidato de la UDF se dividirían entre Royal y Sarkozy en la segunda vuelta, pero que este último además obtendría el 80% de los votos de Jean Marie Le Pen, lo que le permitirá ganar la elección.



Ése es el temor que Bernardita Schleede, una joven chilena francesa de 30 años, tiene. «Si gana Sarkozy, no sé, tendríamos a la derecha dura instalada en el Elysée. Sólo nos quedaría ganar las elecciones legislativas, en junio», sostuvo. Tal vez sea, entonces, el momento en que el PS se resigne y tienda la mano a la UDF de cara a las legislativas, con el fin de obtener el gobierno y lograr así, una nueva cohabitación.



Y pese a que aún les queda un buen trecho por caminar, como lo reconoció Franck Darras, para quien «el resultado es muy estrecho, son sólo 5 puntos. No sabemos lo que pueda pasar el 6 de mayo», en la calle Solferino, donde se encuentra instalado el Partido Socialista, el ambiente era de fiesta. De hecho, a las 23 horas ya la música sonaba por los parlantes y la juventud comenzaba a bailar… sólo en 15 días sabremos si esa fiesta será la única o no.





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