Opciones que se barajan para reinstalar la Constituyente la semana próxima son las ciudades de Oruro o La Paz, ambas andinas, o la central Cochabamba.
El oficialismo boliviano confirmó que reanudará en los próximos días las sesiones de la Asamblea Constituyente fuera de Sucre, sede del foro, para seguir con el proceso de aprobación de la Constitución del presidente Evo Morales.
El asambleísta Raúl Prada, del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales, explicó a Efe que las opciones que se barajan para reinstalar la Constituyente la semana próxima son las ciudades de Oruro o La Paz, ambas andinas, o la central Cochabamba.
«Sucre está descartado. Allí no se puede volver», aseveró Prada.
El sábado pasado, los constituyentes gubernamentales se recluyeron en un colegio militar de Sucre, capital oficial de Bolivia, sin representantes de la oposición para aprobar en primera instancia el proyecto de Constitución de Morales, en medio de disturbios que causaron tres muertos y 300 heridos.
Sólo 136 de los 255 constituyentes elegidos en 2006 aprobaron el proyecto a mano alzada, sin comprobar el sufragio y sin siquiera leer el texto.
La oposición rechazó la aprobación del proyecto oficial aduciendo que los constituyentes de Morales violaron el reglamento del foro.
El colegio nacional de abogados también declaró «nula» esa aprobación, pero el presidente anunció que seguirá el proceso unilateralmente y reformó la ley de convocatoria para facilitar la aprobación artículo por artículo del texto y el posterior referendo.
«Ojalá nuestra compañera Silvia Lazarte, presidenta de la Asamblea, convoque de una vez para terminar», dijo Morales el lunes ante miles de partidarios en La Paz, y agregó sobre los asambleístas opositores: «si no quieren venir, igual».
Mientras campesinos afines a Morales impedían que los opositores entraran al Congreso, los parlamentarios pro gubernamentales aprobaron el miércoles dos polémicas leyes, una para pagar un bono a la vejez con parte de las rentas petroleras de las regiones y otra para reformar la ley de convocatoria a la Asamblea.
Esta segunda norma permite a la Constituyente deliberar en cualquier lugar del país y no solo en Sucre, su sede oficial, donde buena parte de la población se opone a que lo haga porque los oficialistas no quieren tratar el reclamo para que la ciudad vuelva a ser sede del Gobierno y el Parlamento, que están en La Paz desde 1899.
Por otro lado, el diario paceño La Prensa publica hoy que el texto oficial del proyecto de Constitución que lleva la rúbrica de la presidenta Silvia Lazarte no coincide con el que se aprobó el pasado sábado en el liceo militar de Sucre.
Sin embargo, el asambleísta Prada aclaró a Efe que los acuerdos del consejo político creado en octubre por el gobierno y parte de la oposición para intentar salvar al foro fueron insertados después en el texto original aprobado el sábado.
A la Asamblea le quedan apenas dos semanas, hasta el próximo 14 de diciembre, para entregar la nueva Constitución.
La oposición ha denunciado que Morales demostró con sus «maniobras» en la Constituyente y en el Congreso que la legalidad democrática no detendrá sus planes «autoritarios».
Además, seis regiones de las nueve que tiene Bolivia pararon el miércoles en protesta por lo que consideran medidas «antidemocráticas» impulsadas por el gobierno y sus aliados.
Los embajadores de los países de la Unión Europea (UE) están reunidos hoy con el mandatario para exhortarle a respetar la legalidad y los principios democráticos y lamentar los «trágicos acontecimientos» del pasado fin de semana en Sucre.
EFE
