Plantean avisos similares a cajetillas de cigarrillos con clasificación y sistema de control parental con el que ya cuentan las consolas de séptima generación.
Un grupo de diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) presentó un proyecto de ley para normar la venta y arriendo de videojuegos y consolas de sobremesa.
En el texto, proponen cubrir al menos 50% de los envases o envoltorios de los títulos, similares a las de cajetillas de cigarrillos, con el aviso de clasificación «Apto para todo público», «Juego violento, sólo apto para mayores de 13 años» y «Juego excesivamente violento, sólo para adultos».
Asimismo, no podrán vender ni arrendar videojuegos calificados en el tercer rango a personas menores de 18 años, debiendo exigir en cada venta o arriendo la cédula de identidad respectiva.
Las multas para los trasgresores irá de una a 50 unidades tributarias mensuales (UTM) y el decomiso de las especies materia de la infracción en el caso de los avisos y de 50 a 250 UTM al poner a disposición de menores los títulos para adultos.
"Se entenderá que existe reincidencia, cuando el infractor incurra en una misma contravención en dos oportunidades dentro del mismo año calendario, caso en el cual se podrá aplicar el doble de la multa establecida para la infracción respectiva», agrega.
En su artículo 3°, exigen un "sistema de control parental" para todas las consolas, pese a que las máquinas de tercera generación -Nintendo Wii, Xbox 360 y PlayStation 3- cuentan con dicha función.
El sistema debe "permitir el ingreso de una clave para ser accionado o cualquier otro mecanismo que permita a los padres, apoderados y/o adulto responsable tener control sobre el contenido y duración en el uso de videojuegos".
En sus argumentos, aludieron a "los efectos de la violencia excesiva en los videojuegos" entre niños y jóvenes, citando estudios de hace más de cuatro años de la American Psychological Association y Douglas Gentile y Craig Anderson.
Dichos trabajos aseguran que los juegos son "más envolventes e interactivos, recompensan el comportamiento violento de los jugadores y existe una repetición constante y mucho mas intensa que en la televisión de dichos actos de violencia".
"Así también, diversos estudios a nivel internacional demuestran el aumento explosivo de las horas de exposición de niños y adolescentes a los videojuegos, realidad que se produce precisamente en una etapa de sus vidas en donde deberían aprender a relacionarse en forma pacifica y cooperativa con los otros, intentando a resolver en forma pacifica tos problemas que enfrentan", agregaron.
Luego vincularon los videojuegos violentos a matanzas estudiantiles (Virginia Tech, Instituto Jokela de Tuusula) y mencionaron títulos antiguos tradicionalmente cuestionados, como Grand Thef Auto San Andreas (2004) y Resident Evil 4 (2005).
El documento fue firmado por Gonzalo Arenas, Marcela Cubillos, Enrique Estay, Javier Hernández, Juan Lobos, Juan Masferrer, Iván Moreira, Felipe Salaberry y Gastón von Mühlenbrock.
