Raila Odinga tenía previsto asumir este lunes como »presidente del pueblo», tras la controversial reelección del presidente Mwai Kibaki.
El líder de la oposición keniana, Raila Odinga, aplazó hasta el jueves próximo el acto político que había convocado para en un parque de Nairobi y que no contaba con la autorización policial.
«Estamos convocando una reunión en el parque de Uhuru el 3 de enero y esperamos que acudan un millón de kenianos», afirmó Odinga en una rueda de prensa.
En ese acto, el dirigente de la oposición iba a tomar posesión como «presidente del pueblo», un día después de que Mwai Kibaki jurara como jefe de Estado su segundo mandato, tras unas elecciones celebradas el jueves pasado que han quedado manchadas por irregularidades.
Al conocerse los resultados de los comicios el domingo, partidarios de la oposición se lanzaron a las calles para protestar por lo que consideran una manipulación general del voto, y en los disturbios registrados en todo el país han muerto decenas de personas.
Odinga calificó el acto que tendrá lugar el jueves como «masivo» y «pacífico» y añadió que el aplazamiento se debe, entre otras razones, a que las autoridades han impuesto una prohibición a los medios de comunicación para transmitir en directo actos públicos o manifestaciones.
Salim Lone, dirigente del partido de Odinga, el Movimiento Democrático Naranja (ODM), dijo a Efe que además de esa razón existe el impedimento que rige para que puedan acudir al lugar del encuentro convocado para hoy los militantes de la oposición.
Fuerzas militares y policiales han quedado apostadas en las cercanías de la barriada pobre de Kibera, principal bastión de la oposición, para que no pudieran llegar al acto que había convocado para hoy Odinga en el parque Uhuru.
Kibaki, en el poder desde 2002, fue proclamado ayer domingo vencedor de los comicios con 4.584.721 sufragios (46,38 por ciento), mientras que Odinga recibió 4.352.993 votos (44,03 por ciento).
La oposición asegura que Kibaki ganó gracias a un millón de votos fraudulentos, y la misión de observadores electorales de la Unión Europea ha denunciado que la credibilidad del escrutinio ha quedado en duda.
EFE
