Publicidad

Violentistas atacan embajada estadounidense al margen de protesta pacífica

Por Snezana Stanojevic (EFE)Mientras unas 300 mil personas se manifestaban en calma en las calles de Belgrado, grupos exaltados las emprendieron contra edificios diplomáticos de los países que reconocieron la independencia de Kosovo. Además de la sede norteamericana, fueron blancos de agresiones las misiones de Turquía y Croacia.


Las embajadas de los países que han reconocido la independencia de Kosovo fueron objeto de ataques en Belgrado, que se saldaron con un incendio en la legación de Estados Unidos y más de 80 heridos, mientras otras 300 mil personas se manifestaban de forma pacífica en una protesta organizada por el gobierno serbio.



En total 88 personas, 21 de ellas policías, habían sido atendidas al cierre de esta nota en el Centro de Urgencias de Belgrado, según informó su director, Dusan Jovanovic.



La mayor violencia se produjo contra la embajada de Estados Unidos, donde, tras lanzar piedras y bengalas e intentar en vano romper la puerta de entrada para irrumpir en el edificio, los atacantes lograron trepar por un balcón y entrar en la sección consular, a la que prendieron fuego.



Estados Unidos anunció que pediría al Consejo de Seguridad de la ONU una declaración unánime de condena a los actos de violencia en Belgrado, según anunció en Nueva York el embajador de ese país ante las Naciones Unidas, Zalmay Khalilzad.



Además de la legación estadounidense, fueron blancos de ataques las misiones diplomáticas de Turquía, donde fue arriada la bandera turca y sustituida por una de Serbia, y la de Croacia, donde fue descolgada de su mástil la enseña croata y luego quemada.



Los violentos también intentaron causar daños en la representación diplomática del Reino Unido, pero la Policía llegó a tiempo de impedirlo.



Unidades de la policía antidisturbios acudieron a la zona para dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos.



La policía tuvo que intervenir en unos 10 puntos de la capital serbia contra los grupos violentos, que incendiaron y volcaron contenedores de basura, rompieron señales de tráfico, saquearon numerosos comercios y atacaron dos establecimientos de la cadena de restaurantes McDonald.



A su paso, los jóvenes incontrolados rompieron los cristales de bancos y escaparates de varios restaurantes, causaron daños a autobuses de transporte urbano y lanzaron piedras contra los agentes que intentaban poner freno a los incidentes.



Finalmente, un amplio despliegue policial consiguió poner bajo control la capital después de las 20 horas local, casi dos horas después de los primeros incidentes violentos, a causa de los cuales varias personas fueron arrestadas.



El presidente serbio, Boris Tadic, hizo un llamado desde Bucarest para que cesara la violencia y advirtió de que las protestas violentas «sólo alejan a Kosovo de Serbia».



En Banja Luka, en el ente serbio de Bosnia, también hubo hoy protestas contra la independencia de Kosovo, en las que 14 policías fueron heridos, dos de gravedad, y 27 manifestantes, en su mayoría jóvenes, fueron detenidos.



Mientras tanto, en el centro de la Belgrado se celebraba una protesta masiva con la participación del primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, y otros líderes políticos, así como destacadas personalidades.



Fuentes de los partidos políticos, que junto con el gabinete organizaron la protesta, aseguraron que más de 300 mil personas de toda Serbia acudieron al centro de la capital para protestar contra la independencia de Kosovo, proclamada unilateralmente el domingo pasado.



Los manifestantes se congregaron primero frente al emblemático edificio del Parlamento, para más tarde emprender una marcha de protesta hasta la catedral de San Sava, la mayor del país.



Los congregados portaron banderas de Serbia y pancartas con lemas como «Kosovo es el corazón de Serbia» o «Permanecerá (siendo) serbio», junto a iconos cristianos ortodoxos y fotos de los serbios desaparecidos en Kosovo durante la guerra (1998-1999) y después del conflicto.



El objetivo de los organizadores de la protesta era «canalizar el descontento, la furia y la cólera» que se siente en Serbia por la independencia de Kosovo, reconocida ya por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, entre otros países.



Los líderes de Serbia instaron en varias ocasiones a los ciudadanos a protestar «con calma y dignidad» y a «mostrar al mundo que Serbia no acepta la independencia de Kosovo».



Kostunica reiteró ante los manifestantes que Serbia no renunciará nunca a Kosovo.



También habló Tomislav Nikolic, líder del Partido Radical Serbio (SRS), principal de la oposición y el mayor del Parlamento, así como el director de cine Emir Kusturica, quien criticó a Estados Unidos por «imponer el mito de Hollywood» sobre al mito serbio de Kosovo.



El tenista Novak Djokovic desencadenó una ola de entusiasmo con un video dirigido a los manifestantes.



En la catedral de San Sava se ofició una «oración por la salvación de Kosovo», que los serbios consideran el centro de su identidad nacional y la espiritualidad ortodoxa.



Los líderes de los albano-kosovares proclamaron el domingo pasado la independencia unilateral de Kosovo, a lo que Serbia se opone frontalmente, ya que lo considera una violación flagrante de la Carta de la ONU y «una injusticia histórica».

Publicidad

Tendencias