Al parecer, Fujimori se indispuso la víspera del juicio en horas de la madrugada y avisó a los servicios médicos, que lo medicaron, aunque luego no informaron al Tribunal de lo que había pasado.
El ex presidente peruano Alberto Fujimori padece de algunos problemas bucales, aunque su salud se encuentra estable y podrá continuar afrontando el juicio que se le sigue por violaciones a los derechos humanos, señaló este lunes el Instituto de Medicina Legal (IML).
Durante la jornada el tribunal supremo escuchó un informe del IML en el que se detalló la dolencia y ordenó la realización de exámenes médicos adicionales para determinar su origen.
Por la mañana, el jefe del IML, Luis Bromley, señaló que Fujimori (1990-2000) se encuentra estable de salud y que la dolencia que obligó a suspender la audiencia el pasado miércoles es una «gastroenterocolitis» generada por un alimento en mal estado que no hace necesario suspender el proceso.
Después de conocer el informe médico, el presidente de la Sala Especial Penal de la Corte Suprema, César San Martín, recriminó al departamento médico así como al procesado por no haber manifestado su estado de salud antes del incidente.
Al parecer, Fujimori se indispuso la víspera del juicio en horas de la madrugada y avisó a los servicios médicos, que lo medicaron, aunque luego no informaron al Tribunal de lo que había pasado.
Bromley intervino en la sala antes de reanudarse el interrogatorio al general Rodolfo Robles, el primer militar de alto rango que denunció la existencia de un grupo clandestino de lucha contra el terrorismo dirigido por Fujimori durante su Gobierno.
Durante su declaración de la semana pasada, Robles reiteró que Fujimori «estaba directamente involucrado con el destacamento (militar) Colina», autor material de dos sonadas matanzas en 1991 y 1992.
Robles, que fue expulsado del ejército por denunciar a Colina, señaló que el comando militar encubierto fue manejado con órdenes del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), dirigido en la sombra por el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, que a su vez dependía de Fujimori.
Asimismo, el ex general denunció ante el tribunal estar siendo víctima de acoso y amedrentamiento por parte de algunos medios de comunicación y a través del seguimiento que ha descubierto de desconocidos contra uno de sus nietos.
Robles señaló este lunes que el grupo Colina hacía operaciones especiales de inteligencia perversas y degeneró el concepto de estas operaciones para cometer asesinatos como las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, en lugar de buscar información sobre el enemigo.
La jornada estuvo crispada por el constante enfrentamiento verbal entre Robles y el abogado de Fujimori, César Nakasaki, quien intentó demostrar que el ex militar no tenía mayor conocimiento sobre asuntos de inteligencia.
El juicio continuará el próximo lunes en la sede judicial de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) de la Policía Nacional, en el distrito limeño de Ate Vitarte.
Fujimori es juzgado por su presunta responsabilidad en las matanzas cometidas por el grupo militar encubierto Colina y de ser declarado culpable, afrontaría una pena de 35 años de cárcel.
EFE
