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Natascha Kampusch logra que Niki Lauda se quite en cámara su gorra roja

«Nosotros dos hemos vivido situaciones extremas. La gente que no ha vivido algo así, no puede imaginárselo», dice Lauda, de 59 años, a la joven rubia de 20, convertida en presentadora de televisión tan sólo dos años después de ser ella la interrogada, en una entrevista que batió récords de audiencia en Austria.


En su debut como presentadora de un programa de televisión, Natascha Kampusch, la joven que pasó ocho años secuestrada en un sótano cerca de Viena, ha logrado que su invitado, el ex campeón de fórmula uno Niki Lauda, se quite ante ella su gorra roja, que cubre las cicatrices de sus heridas.



«Natascha Kampusch encuentra a» es el título del nuevo programa del canal austríaco «Puls 4», cuya primera entrega está ya grabada y será transmitida el domingo próximo por la noche, en medio de una gran expectativa entre la opinión pública de la república alpina.



Esa primera edición del programa de 50 minutos se presentó hoy en el Volkstheater de Viena a un grupo reducido de periodistas y otros interesados.



«Nosotros dos hemos vivido situaciones extremas. La gente que no ha vivido algo así, no puede imaginárselo», dice Lauda, de 59 años, a la joven rubia de 20, convertida en presentadora de televisión tan sólo dos años después de ser ella la interrogada, en una entrevista que batió récords de audiencia en Austria.



Niki Lauda, tres veces campeón del mundo de Fórmula 1, dialoga con Kampusch de forma abierta, y ambos hablan, sentados junto a una mesa redonda en un ambiente de luz violeta, sobre sus heridas y de cómo se defienden y luchan para superar los duros golpes sufridos.



El ex gran deportista y experimentado empresario, propietario hoy de la compañía aérea «Niki», llega incluso a quitarse su llamativa y casi perenne gorra roja, tras la que se ocultan las secuelas del grave accidente automovilístico sufrido hace varios años.



La conversación se interrumpe precisamente para mostrar las imágenes de archivo de ese legendario accidente de 1976 en el Nurburgring, donde el piloto campeón sufrió gravísimas quemaduras y estuvo al borde de la muerte, antes de «resucitar» y volver a las pistas tan sólo seis semanas después.



Kampusch, que sorprendió al mundo entero liberándose por sí misma y «reapareciendo» en agosto del 2006, cuando su desaparición ocho años antes había sido ya dada por definitiva, revela que en su cautiverio empezó a practicar una «higiene psicológica», y que mantiene esta costumbre, mediante la cual analiza sus problemas de forma sistemática hasta encontrar una solución.



«Eso es algo de lo que otros deberían aprender», responde Lauda.



Durante la entrevista, que Kampusch concibió como una conversación personal, en el que su invitado puede también hacerle preguntas a ella, la debutante presentadora le pide a su huésped «ayuda» cuando aborda asuntos delicados, como el hecho de que Lauda falsificó su diploma de bachillerato.



«Lo falsifiqué», reconoce enseguida el entrevistado, quien dice haberlo hecho para acallar a sus padres, que no le apoyaban en su deseo de convertirse en piloto de automovilismo.



También habla de su gran amor, Birgit, que le donó un riñón, el único que funciona de los cuatro que tiene el exitoso empresario.



«En los últimos meses se informó mucho sobre mi persona. Algunas cosas no se correspondieron con la verdad. Con mi programa y conversaciones muy personales con mis huéspedes tengo la posibilidad de presentarme de forma activa», señaló Kampusch en un comunicado.



«Ya me alegro mucho de la primera emisión de mi programa y estoy muy curiosa de ver las reacciones. Niki Lauda estaba en la cúpula de la lista de mis invitados deseados. He hablado con él sobre su vida, su grave accidente y su carrera. Fue una conversación agradable. Junto a él mi nerviosismo desapareció rápidamente», explicó.



Por su parte, Lauda señaló que considera «un gran honor» ser el primer entrevistado de Kampusch, a quien calificó de «personalidad muy interesante».



El acuerdo con «Plus 4» para este programa establece que la joven no será retribuida por su trabajo, pues lo considera como un aprendizaje, aunque sí ganará dinero derivado de la venta de las entrevistas a otras cadenas de televisión.



EFE

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