Al parecer los atacantes lanzaron una granada que no estalló al domicilio donde pernoctaban los uniformados.
La ola de violencia en el norte de México se cobró este miércoles ocho nuevas víctimas mortales, cinco de ellas policías, informaron fuentes oficiales.
En el estado de Durango, en el noroeste mexicano, una comandante y dos agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) murieron en un ataque registrado hoy, según datos del cuerpo de seguridad.
La edición electrónica del diario Reforma indicó que al parecer los atacantes lanzaron una granada que no estalló al domicilio donde pernoctaban los uniformados, en el municipio de Poanas.
Los agentes fallecieron en el enfrentamiento posterior, que se extendió durante 50 minutos, según testigos citados por esa publicación.
Los otros dos policías fueron asesinados en Ciudad Juárez, en Chihuahua, informó la fiscalía de ese estado vecino de Durango y fronterizo con Estados Unidos.
Ambos agentes se disponían a salir a sus oficinas cuando su camioneta fue tiroteada, según la prensa mexicana.
Por su parte, en el estado de Sinaloa, también en el noroeste y considerado la cuna del narcotráfico en el país, la fiscalía informó del hallazgo de tres cadáveres con heridas de armas de fuego.
Al parecer, los fallecidos circulaban en una camioneta por el camino que une los poblados de Guiyapa y Ajoya y fueron detenidos por varios sujetos, que hicieron bajar del vehículo a dos de sus ocupantes y les dispararon.
EFE
