Mientras que Hamás asegura que la explosión fue causada por una bomba lanzada desde un F-16 israelí, los testigos niegan que hubiera tal ataque, por lo que podría tratarse de una mala manipulación de explosivos o de un accidente doméstico.
Cuatro palestinos murieron y unos 40 resultaron heridos este jueves en una explosión, originada por causas desconocidas, en la vivienda del dirigente del brazo armado de Hamás Ibrahim Hamuda, en Beit Lahya, en el norte de Gaza, informaron fuentes médicas.
El movimiento islamista y los testigos mantienen versiones contradictorias sobre la causa del suceso.
Mientras que Hamás asegura que la explosión fue causada por una bomba lanzada desde un F-16 israelí, los testigos niegan que hubiera tal ataque, por lo que podría tratarse de una mala manipulación de explosivos o de un accidente doméstico.
El Ejército israelí rechaza toda implicación y apunta a «un asunto interno».
Con este incidente, se eleva a seis el balance de víctimas mortales en el día de hoy, después de que esta mañana dos milicianos palestinos murieran en un ataque a un posición militar israelí en la frontera con Gaza.
Los dos milicianos pertenecían a los brazos armados de Al Fatah y del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), según las fuentes.
El Ejército israelí confirmó que esta mañana se produjo un tiroteo en la zona y que sus hombres dispararon contra individuos que se acercaron a la cerca de seguridad que separa ambos territorios.
El ataque sucedió un día después de que el Gobierno del primer ministro israelí, Ehud Olmert, decidiera dar una oportunidad a la tregua ofrecida por las milicias palestinas y aplazar una operación militar en Gaza para intentar frenar los ataques con cohetes desde ese territorio.
El ministro israelí de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo ayer que durante catorce días se tratará de concertar un alto el fuego con la mediación de Egipto y que sólo después su país decidirá si lanza la operación militar.
EFE
