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Polémica por ortodoxia en mayor colectividad judía de Latinoamérica

El escándalo se desató cuando Guillermo Borger, electo presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), se comprometió a erigirse desde su nuevo puesto en «representante de los judíos genuinos», expresión que provocó rechazo entre los dirigentes judíos no ortodoxos.


La comunidad judía de Argentina, la mayor de Latinoamérica, está envuelta en una polémica sobre la identidad del «judío verdadero» disparada por las declaraciones de un dirigente ortodoxo que este jueves asumió al frente de la mutualista de la colectividad.



El escándalo se desató cuando Guillermo Borger, electo presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), se comprometió a erigirse desde su nuevo puesto en «representante de los judíos genuinos», expresión que provocó rechazo entre los dirigentes judíos no ortodoxos.



En una entrevista publicada el sábado por el diario porteño Clarín, Borger dijo que ser un judío «genuino» es «tener una vida basada en todo lo que dictamina la Torá» y sostuvo que una escuela laica de la colectividad no se puede llamar «judía» si «no son observantes de la religión».



También señaló como una «contradicción» que un judío se considere integrante de la colectividad por su origen y al mismo tiempo diga que es ateo.



A partir de la publicación de esa entrevista, el rabino Sergio Bergman, que lidera la agrupación conservadora pero no ortodoxa «AMIA es de Todos», tachó las declaraciones de Borger de «desafortunadas y discriminatorias» y le exigió una retractación.



Parte de la polémica se centra en el perfil más ortodoxo que podría adquirir el rabinato que funciona en el seno de la AMIA a partir de la llegada de Borger.



El periodista Raúl Kollman, de origen judío, explicó este jueves en declaraciones radiales que la ortodoxia rechaza los casamientos mixtos (entre judíos e integrantes de otras religiones), no acepta las conversiones al judaísmo y relega a las mujeres.



Sergio Bergman y el también rabino Abraham Skorka, además de integrar «AMIA para todos», lideran el Movimiento Conservador, más abierto que los ortodoxos y que ha logrado muchas conversiones al judaísmo en los últimos años.



Ambos exigieron este jueves a Borger «resolver la problemática de aquellos judíos convertidos por el Movimiento Conservador para que sean considerados judíos plenos en la vida y en la muerte».



En un comunicado reproducido por la Agencia Judía de Noticias, también pidieron al nuevo titular de la mutualista «prestar asistencia espiritual a toda la comunidad a través de un rabinato conformado por rabinos conservadores en el seno de la AMIA junto a la ortodoxia».



La entrevista a Borger llevó a un grupo de judíos laicos a manifestarse ante la sede de la AMIA, en paralelo al acto de asunción del ortodoxo en la entidad, bajo la consigna «soy judío genuino, quiero ser judío, me siento judío, me sé judío y, lo más importante, estoy orgulloso de serlo».



Incluso la filial argentina de la agrupación de izquierda israelí Meretz llamó a todos los judíos a «consolidar un frente político, común a laicos y religiosos que rechazan las políticas expulsivas, discriminatorias y antidemocráticas», al tiempo que expresó su «honda preocupación» por el «cisma» provocado en el seno de la comunidad judía local.



Tras el estallido de la polémica, Borger emitió un comunicado en el que aseguró «nunca» haber hablado «sobre la existencia de judíos genuinos y no genuinos».



«Reforzaremos el papel de AMIA como el representante de todos los judíos sin exclusiones. Pienso que la AMIA tiene que reafirmar su papel como representante de toda la comunidad judía, con espíritu dialoguista», dijo Borger.



EFE

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