En poder de los cuatro arrestados el jueves en Quito para ser investigados se encontraron evidencias como planos de la ciudad de Caracas y copia de un plano con los sitios estratégicos de Quito.
El presunto intento de atentado contra el presidente de Ecuador, Rafael Correa, por el que fueron detenidos tres colombianos y un ecuatoriano, incluía el posible lanzamiento de un cohete, según las primeras indagaciones de la Fiscalía difundidas hoy.
En poder de los cuatro arrestados el jueves en Quito para ser investigados se encontraron evidencias como planos de la ciudad de Caracas y copia de un plano con los sitios estratégicos de Quito.
Además, «el plan operativo que pretendían llevar a cabo y un mapa de la ciudad en el que se señala la Plaza Grande y al Panecillo (cerro) como punto de tiro, pues desde este lugar supuestamente se iba a lanzar un cohete hacia la Plaza Grande», señaló la Fiscalía en un comunicado.
Ello «con el objeto de causar conmoción, a fin de que la escolta presidencial evacue al presidente de la república, para salvaguardar su integridad y, en ese momento de confusión, los francotiradores ubicados en el Hotel Plaza Grande, atacarían», añadió.
El palacio presidencial de Carondelet está frente a la Plaza Grande, en el centro histórico de Quito.
En el inicio de la instrucción fiscal se imputó a los colombianos Óscar Julián Peña Hernández, Óscar Cristóbal Jiménez Orozco, Edgar González Nicolta y al ecuatoriano Santos Patricio Camacho por el presunto delito de tentativa de asesinato al Presidente de la República, tipificado en el Código Penal.
Iván Durasno, defensor de Camacho, anunció este viernes que solicitará el Hábeas Corpus para su defendido ante el Ayuntamiento.
Los cuatro arrestados están en las dependencias de la Policía Judicial en Quito para investigación y uno de los ciudadanos colombianos dijo pertenecer al grupo paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según las primeras versiones de la Fiscalía.
El pasado lunes, la página de Internet de la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP) difundió un comunicado del guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) «Iván Márquez», en el que acusaba al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de tratar de asesinar a Correa y al mandatario de Venezuela, Hugo Chávez.
La nota indicaba que inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia preparaba «varios grupos de sicarios que enviará a Ecuador para asesinar también a Correa», en coordinación con un general retirado ecuatoriano, de apellido Aguas».
El general retirado Luis Aguas Narváez, ex comandante general del Ejército, el único general con ese apellido de las Fuerzas Amadas Ecuatorianas, negó cualquier relación con el caso.
Correa minimizó anoche la importancia del supuesto intento de atentado y apuntó que podría tratarse de «simples estafadores».
Por su lado, el ministro Coordinador de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, señaló que solicitará la colaboración de la Policía colombiana para determinar si los detenidos pertenecen a alguna organización delictiva, al tiempo que señaló que el ecuatoriano no posee antecedentes judiciales en el país.
La Asamblea Constituyente, con 77 votos favorables, rechazó «todo intento contra la democracia ecuatoriana, pretendiendo eliminar al Jefe de Estado» y se solidarizó con Correa, «ante tal perverso plan».
La Asamblea, de 130 escaños, la mayor parte de ellos del movimiento oficialista Acuerdo País, exigió a la Fiscalía, Policía y Fuerzas Armadas, una «investigación a profundidad».
Ello para «descubrir a los autores intelectuales, materiales, cómplices y encubridores de tal hecho y establecer si en el mismo se encuentra de por medio algún interés extranjero», indicó.
EFE
