Es señalado como el jefe de la «milicia», donde en mayo pasado fueron secuestrados un periodista, un fotógrafo y un chófer del diario popular O Día. El caso fue denunciado por el periódico días después de ocurrido, para garantizar la seguridad de los afectados y sus familias.
El inspector acusado de dirigir el grupo parapolicial que hace un mes secuestró y torturó durante ocho horas en una favela de Río de Janeiro a tres miembros de un equipo del diario brasileño O Día se entregó este jueves en una comisaría, informaron fuentes oficiales.
El inspector Odinei Fernando da Silva estaba prófugo desde el 4 de junio, cuando fue acusado de ser el jefe de la «milicia» que el 14 de mayo pasado torturó a los periodistas de O Día que habían entrado en una favela para hacer reportajes sobre el dominio de los parapoliciales en tales barriadas.
Da Silva se presentó hoy acompañado por un abogado a la Comisaría de Represión al Crimen Organizado, encargada de la investigación del ataque contra el equipo de O Día, y fue inmediatamente detenido.
El inspector, que estaba vinculado a la Vigésima Segunda Comisaría de la Policía Civil de Río de Janeiro, fue sometido en el pasado a un proceso por intento de homicidio y llegó a ser citado como torturador en un informe de Amnistía Internacional sobre la brutalidad en las cárceles brasileñas.
Los grupos parapoliciales, conocidos como «milicias», son organizaciones ilegales armadas de las que se dice que controlan cerca de 60 favelas de Río de Janeiro.
Están integrados principalmente por policías y ex policías, surgieron en los últimos años para hacer frente a las bandas de narcotraficantes que controlaban la mayoría de las barriadas pobres de la ciudad.
Después se convirtieron en bandas criminales con control sobre negocios ilegales como la reventa de bombonas de gas de cocina y el suministro de señales piratas de televisión por suscripción.
Da Silva, es señalado como el jefe de la «milicia» en la favela de Batan, donde en mayo pasado fueron secuestrados un periodista, un fotógrafo y un chófer del diario popular O Día.
El caso fue denunciado por el periódico días después de ocurrido, para garantizar la seguridad de los afectados y sus familias.
Los «milicianos» los golpearon repetidamente tras descubrir que estaban «clandestinamente» desde hacía 14 días en la favela de Batan para hacer informes periodísticos.
EFE
