Los Veintisiete tratarán de pactar un texto de conclusiones, basado en una propuesta que presentó la Comisión Europea (CE) en mayo, con ideas como una mayor vigilancia de las cadenas de distribución, reformas agrícolas o un aumento de la ayuda a los países en desarrollo.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de Unión Europea (UE) intentarán buscar soluciones a la crisis mundial por la escasez y la subida del precio de los alimentos, durante la Cumbre que celebrarán mañana y el viernes en Bruselas.
El Consejo Europeo tratará de acordar medidas para afrontar el reciente encarecimiento de los alimentos, al igual que sus efectos dentro de la UE, sobre todo en los hogares con menos ingresos, y en los países en vías de desarrollo.
Los Veintisiete tratarán de pactar un texto de conclusiones, basado en una propuesta que presentó la Comisión Europea (CE) en mayo, con ideas como una mayor vigilancia de las cadenas de distribución, reformas agrícolas o un aumento de la ayuda a los países en desarrollo.
Además, los estados europeos deben responder al desafío de la caída de la producción de alimentos en el contexto de la reforma de su Política Agrícola Común (PAC), que negociarán durante el segundo semestre, durante el que Francia ejercerá la presidencia rotatoria de la UE.
La CE, en su análisis sobre las causas de esta crisis, destaca las malas cosechas así como el aumento de la demanda en países emergentes como la India o China porque ha subido el poder adquisitivo de sus consumidores, que ahora compran por ejemplo, más carne o leche.
También han contribuido el mayor coste del petróleo, los desastres naturales en algunos grandes productores y, por otro lado, la falta de existencias en los mercados, que han motivado la «especulación», según han subrayado la presidencia eslovena de turno de la UE y la Comisión.
Otro factor que abordará el Consejo Europeo es el auge internacional de los biocarburantes, que ha propiciado una mayor demanda de materia prima agrícola, con la consiguiente reducción de la oferta de ingredientes básicos como los cereales.
Sin embargo, pese a que las instituciones de la UE reconocen que es necesario actuar para que los biocombustibles no mermen la oferta de alimentos, han tratado de restar importancia a su efecto en Europa, pues Bruselas alega que solo una pequeña parte del cultivo de cereal se emplea para producirlos.
EFE
