La mujer se encargaba de embaucar a sus víctimas para hacerse con sus cartillas de ahorros y dinero, y hacía que les confiaran sus jubilaciones o les dejaran sus inmuebles de herencia.
El juicio en Alemania contra la denominada «viuda negra», una ex-prostituta de 69 años acusada de haber asesinado a cuatro jubilados para quedarse con su dinero, entró este viernes en la recta final con la petición de cadena perpetua para la procesada.
La fiscalía de Gotinga solicitó la máxima pena prevista por el código penal alemán para la principal encausada, Lydia L., y otros 15 años para su cómplice, un hombre de 53 años que afirma actuó por dependencia psicológica de la mujer.
A ambos se les imputa la muerte de cuatro hombres, todos ellos jubilados, entre 1994 y 2000.
La fiscalía consideró como atenuante para el cómplice, Sigmund S., el hecho de que, de no haber sido porque acudió a la policía y describió lo ocurrido, probablemente nunca se habría logrado reconstruir los hechos.
De acuerdo con su versión, la mujer se encargaba de embaucar a sus víctimas para hacerse con sus cartillas de ahorros y dinero, y hacía que les confiaran sus jubilaciones o les dejaran sus inmuebles de herencia.
Una vez se había asegurado el control de sus pertenencias, sedaba a sus víctimas echando un fármaco en la sopa y luego su cómplice los estrangulaba.
Una de sus víctimas fue un hombre de 84 años, con el que Lydia L. llego a contraer matrimonio, y podría haberse considerado el crimen perfecto, ya que fue enterrado tras considerarse que falleció de muerte natural.
Sus restantes víctimas fueron asimismo jubilados de la región, de 81, 74 y 71 años, cuyos cadáveres fueron enterrados por el cómplice, en uno de los casos en su propio jardín y en otro en un descampado.
EFE
