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Pekín afirma que monjes tibetanos murieron en accidente y no en disturbios

Es la primera vez que la prensa china informa de este incidente, que tuvo lugar el 12 de julio, con motivo de la celebración del nacimiento del Guru Rimpoche, fundador del budismo tibetano, y en el que resultaron heridos otros cuatro monjes.


Las autoridades chinas señalaron que la muerte de dos monjes tibetanos en la provincia suroccidental china de Sichuan se debió a una explosión accidental en el templo, lo que niega informes de la prensa que apuntaban a un enfrentamiento con fuerzas paramilitares chinas.



Según informó la agencia de noticias Xinhua, la explosión en el monasterio de Gonchen, en el distrito tibetano de Derge, se originó por un cortocircuito en un cable que a su vez provocó una explosión de pólvora para rituales que había sido almacenada «ilegalmente», al contravenir las normas de seguridad.



Es la primera vez que la prensa china informa de este incidente, que tuvo lugar el 12 de julio, con motivo de la celebración del nacimiento del Guru Rimpoche, fundador del budismo tibetano, y en el que resultaron heridos otros cuatro monjes.



Sin embargo, según informaron con anterioridad fuentes del monasterio a la prensa extranjera, la muerte de ambos monjes se debió a un enfrentamiento con fuerzas paramilitares con motivo de una de las festividades más importantes para esta secta, conocida como los «sombreros rojos».



Estas fuentes señalaron que los choques se produjeron cuando los monjes reclamaban el regreso del Dalai Lama, líder espiritual y político tibetano exiliado desde 1959 en la India, y que la muerte de los dos monjes fue censurada por las autoridades chinas.
El incidente se produce cuatro meses después de que el Tíbet registrara sus peores protestas contra el poder chino en dos décadas, cuando desde el 10 de marzo cientos de monjes y tibetanos empezaron unas protestas que se extendieron por todas las provincias chinas limítrofes.



Gobiernos occidentales y ONG criticaron al Gobierno chino por cómo manejó las protestas, en las que murieron una veintena de chinos a manos de tibetanos violentos, según Pekín, o más de 200 por la represión militar china, según el entorno del Dalai Lama.



Grupos de activistas pro-tibetanos interrumpieron el relevo de la antorcha olímpica en ciudades como Londres, París y San Francisco, lo que provocó una fuerte reacción nacionalista en China, y desde entonces representantes del gobierno central se han reunido dos veces con emisarios del Dalai Lama para negociar.



Las tropas comunistas invadieron en 1950 el Tíbet, que disfrutó de periodos de autogobierno en el pasado, pero nueve años después se produjo una rebelión contra el poder chino que acabó con el exilio del Dalai Lama en la población india de Dharamsala.



EFE

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