La acción de las fuerzas antidroga, entre las que ha habido 250 bajas este año -también según cifras extraoficiales de los medios de comunicación-, ha obligado a las organizaciones criminales a mudarse a otras zonas en busca de nuevos negocios, lo que las ha enfrentado entre ellas por el control del territorio.
Los asesinatos cometidos este año en México y vinculados con el crimen organizado ascienden a 2.682 y superan ya los registrados en todo 2007, después de que la víspera se registraran 25 nuevos crímenes, según datos extraoficiales publicados este sábado por el diario El Universal.
Según el recuento que elabora a diario el rotativo, el año pasado la cifra se situó en 2.673 asesinatos, 27 menos que los registrados por el Gobierno de México cuando dio a conocer sus cálculos de 2007 semanas después.
Las autoridades no acostumbran a proporcionar a la opinión pública esos datos de inmediato, aunque fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) indicaron esta semana que su registro de 2008 se sitúa un 15% por debajo de los números manejados por los medios de comunicación.
El cálculo de El Universal revela que el promedio de crímenes diarios este año es de 11,7 y que el estado más afectado por la ola de violencia que vive el país es Chihuahua, con 1.026 crímenes, seguido de Sinaloa (516), Baja California (159), Durango (151), Guerrero (134), y Michoacán (117).
En Tlaxcala, Baja California Sur y Colima no hubo ningún caso, mientras que en Puebla y Nayarit hubo solamente uno, en Yucatán y Campeche cuatro y en San Luis Potosí e Hidalgo nueve.
En el Distrito Federal se contabilizaron 36, en tanto que en Nuevo León y Jalisco, cuyas capitales son Monterrey y Guadalajara, las dos ciudades que siguen a la capital mexicana como potencias económicas y demográficas, hubo 52 y 57 muertos, respectivamente.
En Chihuahua, estado fronterizo con Estados Unidos, se encuentra Ciudad Juárez, una de las localidades más violentas del país y famosa internacionalmente por el homicidio de medio millar de mujeres desde 1993 y por ser la cuna del cartel de drogas de Juárez.
Sinaloa, en el noroeste mexicano, dio origen al cartel del mismo nombre y a los capos más célebres, como Joaquín «El Chapo» Guzmán, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca, los Arellano Félix, los Beltrán Leyva, Héctor «El Güero» Palma, y Vicente y Amado Carrillo Fuentes, alias «El señor de los cielos».
Además, los expertos consideran que entre esos estados se encuentra en la actualidad la ruta más importante del tráfico de drogas, por la que se pelean los sanguinarios sicarios de los carteles mexicanos.
El informe de El Universal estima también que en la gestión del actual presidente de México, Felipe Calderón, iniciada el 1 de diciembre de 2006, ha habido hasta ahora 5.543 asesinatos de esta índole, lo que da un promedio de 8,8 diarios.
Calderón ha enviado a varias decenas de miles de soldados y agentes federales a las zonas más conflictivas del país para hacer frente a la escalada de violencia.
La estrategia ha recibido el respaldo de los ciudadanos en las encuestas, pero ha sido criticada por algunos analistas, para quienes solamente ha servido para agitar el avispero y es insuficiente si no va acompañada de un buen trabajo de inteligencia.
La acción de las fuerzas antidroga, entre las que ha habido 250 bajas este año -también según cifras extraoficiales de los medios de comunicación-, ha obligado a las organizaciones criminales a mudarse a otras zonas en busca de nuevos negocios, lo que las ha enfrentado entre ellas por el control del territorio.
EFE
