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Honduras explica solidaridad con Bolivia no supone ruptura con EE.UU.

«Simplemente», enfatizó, «es que el acto protocolario de la entrega de credenciales sea discutido con ellos (los estadounidenses) para otra fecha».


El presidente hondureño, Manuel Zelaya, confirmó este viernes que no recibirá, por ahora, las credenciales del embajador de EE.UU. en «solidaridad» con Bolivia, pero matizó que no quiere problemas con Washington, Gobierno al que calificó de «aliado».



«De ninguna manera queremos nosotros provocar un problema con Estados Unidos, de ninguna manera estamos rompiendo relaciones, ni mucho menos», dijo Zelaya en una improvisada y multitudinaria rueda de prensa, después de un acto oficial en un barrio de Tegucigalpa.



«Simplemente», enfatizó, «es que el acto protocolario de la entrega de credenciales sea discutido con ellos (los estadounidenses) para otra fecha».



El acto estaba previsto para este viernes en la Casa Presidencial e incluso el nuevo embajador estadounidense, Hugo Llorens, ya se encuentra en Honduras.



Zelaya explicó que la «medida que se tomó, de postergar la entrega de credenciales del embajador de Estados Unidos, es mientras se establece una plática con la embajada, con el Departamento de Estado, con el fin de demostrarles nuestro malestar por lo que está sucediendo en un país hermano, en el país más pobre de América».



Adelantó que prevé mantener conversaciones sobre éste y otros asuntos con autoridades estadounidenses en Nueva York y Washington en el marco de su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, dentro de unos diez días.



Las relaciones de Bolivia y Venezuela con Estados Unidos están en una tensa situación, con expulsiones mutuas de embajadores, en momentos en que el gobernante boliviano, Evo Morales, atraviesa una crisis interna de la que responsabiliza, en parte, a Washington.



Zelaya insistió en que la única motivación de no recibir a Llorens es «ser solidario con los problemas que vive Bolivia, que se busque una solución al problema boliviano, con el fin de que se logre restablecer la paz», y «que no haya intromisión» en ese país.



Otros gobernantes latinoamericanos, refirió, ya expresaron su solidaridad con Bolivia y abogaron por una solución pacífica a su conflicto, derivado del enfrentamiento del Gobierno de Morales con sectores de la oposición.



Zelaya restó importancia a las críticas de sectores políticos y empresariales hondureños que rechazaron su decisión de no recibir a Llorens porque, según ellos, podría afectar el comercio con EE.UU. y la situación migratoria de miles de hondureños que viven en ese país.



EFE

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