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Chávez reitera no se quedará «de brazos cruzados» por crisis en Bolivia

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reiteró este domingo que no se quedará «de brazos cruzados» si algo le pasa a su colega de Bolivia, Evo Morales, entre insinuaciones respecto a la actitud de militares bolivianos, horas antes de viajar a la cumbre de Unasur.


En vísperas de la reunión convocada el lunes en Chile para analizar la crisis boliviana, Chávez, que expulsó hace cuatro días al embajador de EE.UU. en Caracas, Patrick Duddy, en solidaridad con La Paz, volvió a instar al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas, general Luis Trigo, a que apoye a Morales.



El presidente venezolano insinuó nuevamente, en su programa dominical «Aló Presidente», que el alto mando militar no hace lo suficiente para respaldar al Gobierno boliviano en la crisis que atraviesa el país y llegó a hablar de «órdenes extrañas» del general Trigo, supuestamente contra el estado de sitio decretado.



«Afortunadamente», añadió Chávez, posteriormente fue informado de que «oficiales de otras jerarquías y soldados leales al Gobierno sí están cumpliendo la orden del presidente Evo Morales».



Afirmó que él no se quedará «de brazos cruzados» si le pasa algo a su «hermano» Morales, cuatro días después de haber asegurado que si al presidente boliviano lo derrocaran o mataran le estarían «dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia».



En respuesta, el mando militar boliviano le advirtió que rechazaba «intromisiones externas de cualquier índole».



En declaraciones este domingo, el ministro de Defensa de Bolivia, Wálker San Miguel, señaló a su vez que su país no necesita intervención extranjera.



«Los bolivianos resolvemos nuestros problemas. Vamos a pacificar Pando», dijo el ministro en entrevista con la televisión estatal, en referencia al departamento en el que el Ejecutivo declaró el estado de sitio tras unos graves enfrentamientos el jueves en los que murieron al menos 30 personas.



Destacó que «el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ha sido muy enfático» cuando dio a conocer su posición «en el sentido de que están con el país».



En declaraciones el sábado, Chávez le replicó al general boliviano: «Tiene usted razón, yo no debo meterme en las cosas internas de Bolivia, pero qué bueno sería oirlo a usted decir algo de la injerencia grosera y terrible del imperio norteamericano en su país. ¡Qué bueno sería oirle decir algo, señor general Trigo!».



En su programa de este domingo, el presidente venezolano repitió lo mismo y añadió que han llegado «nuevos tiempos» en América Latina y «ya las naciones no están solas ante las agresiones», en clara referencia al Gobierno de Washington al que acusa de planes desestabilizadores contra Bolivia, y también contra Venezuela.



Chávez reiteró la importancia de la reunión de mañana en Santiago de Chile, cumbre que él mismo anunció el viernes por la noche, antes de la convocatoria oficial hecha por su colega chilena, Michelle Bachelet, cuyo país ejerce la presidencia pro-témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).



«Hay que parar la locura del fascismo en Bolivia y evitar una tragedia mayor (…); estamos empeñados en evitar (el agravamiento de la crisis boliviana) y la vamos a evitar, como una hermandad que somos, un grupo de compañeros y buenos amigos en Suramérica», dijo en una anterior alocución el sábado.



La convocatoria de Bachelet «es una buena señal de que en América del Sur las cosas ya no son como antes», en alusión a cuando fue derrocado Salvador Allende, «y este continente se quedó en silencio y no solo un día, porque un golpe de Estado no se prepara en un día», sostuvo.



Este domingo, Chávez volvió a felicitarse por haber declarado «persona no grata» al embajador estadounidense y consideró que el gesto, tomado en solidaridad con Bolivia, había sorprendido a Washington, a cuyo Gobierno también acusa de estar detrás del recientemente denunciado complot en su contra.



«Ellos siguen creyendo que van atropellar a un país (…) aquí somos un grupo de gobiernos. Mañana iremos a Chile y diremos nuestras verdades al mundo y al continente», manifestó.



Al anunciar el viernes por la noche la convocatoria de la reunión en Santiago, Chávez dijo haber hablado durante la jornada con la casi totalidad de los presidentes de los países miembros del bloque regional, entre ellos su colega de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.



Lula acudirá mañana a la cumbre de Santiago, aunque con un claro mensaje en contra de una posible injerencia de Unasur en los asuntos internos bolivianos.



«Es importante tener claro que no tenemos derecho a tomar ninguna decisión sin la concordancia del Gobierno y de la oposición de Bolivia», dijo el presidente brasileño el sábado.



EFE


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