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Toda la región preocupada por seguridad de Zelaya

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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El regreso del derrocado mandatario a Tegucigalpa y el hecho que se haya refugiado en la embajada de Brasil motivó reuniones de emergencia de los organismos multilaterales, los que formularon llamados a la calma en medio de las medidas adoptadas por el gobierno de facto de Roberto Micheletti, que dispuso un extenso toque de queda y el cierre de los aeropuertos.


La comunidad internacional hizo un llamado a la calma a los hondureños y solicitó al Gobierno de facto garantizar la seguridad del depuesto presidente, Manuel Zelaya, tras conocerse el lunes que el mandatario regresó a Tegucigalpa y se encuentra en la embajada de Brasil.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), convocado a una sesión extraordinaria después de confirmarse el retorno de Zelaya, exigió «plenas garantías» para asegurar la «integridad física» del gobernante derrocado el pasado 28 de junio.

El organismo exhortó a «la firma inmediata» del Acuerdo de San José, propuesto por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, que contempla que Zelaya cumpla su mandato hasta enero de 2010, y demandó que los hondureños actúen con responsabilidad y se abstengan de «actos que puedan generar violencia».

«Nosotros queremos prestar nuestra contribución para facilitar el restablecimiento del orden constitucional» en Honduras, señaló el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien viajará este martes al país centroamericano.

En declaraciones a la prensa tras una reunión en Nueva York previa a la Asamblea General de la ONU, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, y el presidente costarricense, Óscar Arias, expresaron su esperanza de que el regreso de Zelaya pueda servir para solucionar el conflicto.

La secretaria de Estado indicó que «es imperativo que se establezca un canal de comunicación entre Zelaya y el régimen de facto» y que «cada uno actúe de modo pacífico para tratar de alcanzar un punto de acuerdo».

Según Clinton, «ahora que Zelaya ha regresado sería oportuno devolverle a su puesto bajo las condiciones apropiadas, seguir adelante con las elecciones previstas para noviembre, contar con una transición pacífica de la autoridad presidencial y llevar de nuevo a Honduras al orden constitucional y democrático».

Por su parte, Óscar Arias manifestó que lo ocurrido este lunes «representa la mejor oportunidad, el mejor momento» para la mediación, por lo que expresó su disposición a retomar el papel de mediador en el conflicto.

Estados Unidos confirmó hoy que el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, ha regresado a su país y pidió a las partes en conflicto que mantengan la calma para evitar incidentes violentos.

Los nueve miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) se unieron también al clamor general y pidieron «a los Gobiernos de América Latina, el Caribe y el mundo, y a los organismos regionales e internacionales realizar acciones coordinadas que permitan al Gobierno legítimo de Manuel Zelaya retomar sus funciones».

Desde la vecina Guatemala, la cancillería pidió proteger a «Zelaya y a los miembros de su Gobierno», respetar «los derechos humanos» y «evitar enfrentamientos que dividan aún más a los ciudadanos».

Cuba, en cabeza del ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, solicitó al Gobierno de Roberto Micheletti, designado por el Parlamento después del golpe de Estado, «la restitución plena, inmediata e incondicional de Zelaya» y llamó «a la comunidad internacional a movilizarse en apoyo del pueblo hondureño».

A su turno, el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, sostuvo que la vuelta de Zelaya aunque «abre oportunidades, también puede crear dificultades», por lo que se declaró esperanzado en que «haya diálogo y se vuelvan a retomar todos los esfuerzos diplomáticos» para alcanzar un acuerdo.

Desde Nueva York, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, confirmó que Zelaya llegó a la misión diplomática brasileña en Honduras por medios «propios y pacíficos».

El alto funcionario agregó que el depuesto jefe de Estado está ahora bajo la protección de su país y que no cree que el Gobierno que preside Micheletti «haga una flagrante violación del derecho internacional» en contra de la misión diplomática en la capital hondureña.

En respuesta, Micheletti, quien decretó el toque de queda y ordenó cerrar los aeropuertos, pidió al Gobierno de Brasil entregar a la Justicia a Zelaya, quien, por su parte, aseguró que «nadie» lo «vuelve a sacar» de su país y que la consigna tras su regreso seguirá siendo «patria, restitución o muerte».


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