La Corte Suprema del país norteamericano empezará a escuchar evidencia sobre si iniciar lo que sería el juicio más grande de discriminación sexual del país contra la cadena de tiendas de retail. La empresa, que en Chile controla los supermercados Líder y Ekono, niega vehementemente que haya discriminado, señalando que ha sido galardonada por sus prácticas empresariales en favor de sus empleadas.
La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos empezará a escuchar evidencia para considerar el inicio del juicio sobre discriminación sexual más gran de del país.
Un grupo de mujeres está demandando la mayor cadena de ventas al detalle, Walmart, alegando que les limitaron el ascenso dentro de la empresa por su sexo.
El grupo busca formular una demanda colectiva en nombre de más de un millón de mujeres.
Walmart niega las acusaciones, sosteniendo que tiene una larga trayectoria de promover mujeres y de ofrecerles un buen salario.
Christine Kwapnowski, una de las seis demandantes en el caso, afirma que fue ignorada en cuanto a promoción y mejor sueldo en favor de sus colegas masculinos.
«Pregunté qué era lo que tenía que hacer para que me promovieran y mi gerente dijo que ‘debería arreglarme y quitarle las telarañas a mi maquillaje», declaró a la BBC.
El grupo demandante sostiene que Walmart discriminó sistemáticamente contra mujeres en tiendas a lo largo y ancho de EE.UU.
Las seis entablaron la demanda bajo una cláusula de 1964 de código de Derechos Civiles arguyendo que «las políticas y prácticas que sostienen este trato discriminatorio son consistentes a través de Walmart».
Las mujeres, que buscan daños y compensaciones, quieren que la Corte Suprema permita que el caso se realice en el marco de una demanda colectiva contra Walmart.
En esa instancia, el caso cubriría a cualquier mujer que trabaje o haya trabajado para la empresa.
Walmart niega vehementemente que haya discriminado, señalando que ha sido galardonada por sus prácticas empresariales que favorecen a las mujeres.
«Por muchos años, Walmart ha aplicado políticas fuertes contra la discriminación y estas políticas existen para asegurar que las mujeres sean ascendidas y bien pagadas», comunicó el portavoz de la compañía, Greg Rossiter.
Walmart arguye que una demanda colectiva innecesariamente incluiría a mujeres que no tienen quejas contra la empresa.
Este es el primer paso en lo que podría marcar un hito legal. Lo que empezó como una queja por sueldo y ascenso entre un manojo de mujeres podría convertirse en la mayor demanda por discriminación sexual en EE.UU.
Las primeras quejas de mujeres que fueron pasadas por alto en las tiendas de Walmart salieron a la superficie hace 11 años, pero las seis demandantes no quieren que sus casos se traten individualmente.
En cambio, están buscando una demanda colectiva -que incluya a todas las mujeres empleadas desde 1988- porque alegan que hay una gran cultura de discriminación sexual en la empresa. Está en manos de la Corte Suprema decidir si proceder con el caso.
Walmart niega las acusaciones pero, si la demanda colectiva sigue adelante, la compañía podría enfrentar indemnizaciones en los miles de millones de dólares, además del daño a su reputación.
