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Condenados 18 años después por un crimen racista que conmocionó a Reino Unido

Stephen Lawrence tenía 18 años cuando en abril de 1993 un grupo de blancos se acercó a él y lo apuñaló mientras esperaba el autobús en el sur de Londres junto a un amigo. A pesar de que entonces se detuvo a cinco sospechosos nadie fue condenado, a causa de un cúmulo de errores policiales que provocó la indignación de la comunidad negra y puso en tela de juicio a Scotland Yard, que fue acusada de racismo institucional.


Dos hombre fueron este martes declarados culpables de matar a puñaladas hace 18 años al joven Stephen Lawrence, un crimen que conmocionó al Reino Unido y despertó la conciencia sobre el racismo institucional entre los británicos.

El joven, de raza negra, tenía 18 años cuando en abril de 1993 un grupo de blancos se acercó a él y lo apuñaló mientras esperaba el autobús en el sur de Londres junto a un amigo .

A pesar de que entonces se detuvo a cinco sospechosos nadie fue condenado, a causa de un cúmulo de errores policiales que provocó la indignación de la comunidad negra y puso en tela de juicio a Scotland Yard, que fue acusada de racismo institucional.

Debido a la incansable insistencia de los padres de la víctima, se puso en marcha una nueva investigación que duró 4 años y que acabó hoy con el veredicto de culpabilidad de Gary Dobson y David Norris, de 35 y 36 años, respectivamente.

La condena ha sido posible gracias a una revisión del caso basada en nuevas pruebas forenses, que descubrieron sangre y un pelo de la víctima en las ropas de los sospechosos, detenidos en 1993.

Los científicos recuperaron el material usando técnicas que no existían hace 18 años.

Además, un vídeo grabado con cámara oculta mostró en el tribunal, que mañana hará pública la sentencia, a los dos jóvenes en 1994 en su apartamento lanzando insultos racistas y fantaseando sobre la idea de ser violentos contra ciudadanos de minorías étnicas.

El amigo que acompañaba esa noche a la víctima contó cómo, mientras esperaban el autobús, se les acercó un grupo de unos cinco o seis blancos que les gritaba de manera amenazante «¿Qué pasa, negros?».

Mientras el amigo consiguió huir, Lawrence fue alcanzado por el grupo, que lo apuñaló y dejó abandonado en la calle.

Hasta ahora se trataba de uno de los asesinatos no resueltos más famosos del Reino unido y su impacto social ha sido tal que hasta el primer ministro británico, David Cameron, quiso hoy mandar un mensaje a los padres de la víctima.

Cameron recordó que en todo este tiempo la familia de Lawrence ha luchado sin descanso por conseguir justicia.

Apuntó que, aunque el veredicto de hoy no puede reducir su dolor por la pérdida de un hijo, Doreen y Neville Lawrence sentirán «un poco de alivio después de tantos años de lucha».

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