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Liga Árabe abandona Siria y rebeldes tienen control de zonas aledañas a Damasco

La falta de seguridad en el país hizo que la misión decidiera abandonar su labor como observadores, mientras prepara reuniones con la Onu para buscar una salida al conflicto, que tiene a la oposición avanzando fuertemente hacia la capital.


La Liga Árabe decidió este sábado suspender la misión de sus observadores en Siria debido al deterioro de la seguridad en el país, donde en los últimos tres días la represión del régimen de Damasco causó más de 160 muertos. Mientras, los rebeldes siguen ganando territorio al régimen de Bachar al Asad, controlando los suburbios de Duma y Sakba, cercanos a la capital.

Verificar el fin de la violencia, la liberación de los detenidos durante las protestas y el retiro de las tropas de las calles era la misión de los observadores de la Liga Árabe, compromisos adoptados por el régimen sirio que no se habrían cumplido. Todo lo contrario estaría ocurriendo según el secretario general del organismo, Nabil al Arabi, quien señaló que el cese de la misión obedece al “deterioro peligroso de la situación en Siria y a la continuación del uso de la violencia y del intercambio de disparos y bombardeos que tienen como víctimas a los ciudadanos inocentes”.

El régimen sirio de Bachar al Asad expresó su extrañeza por la medida, después de haber aceptado esta semana prorrogar el trabajo de la misión un mes más, y consideró que va a animar “a los grupos armados a aumentar la violencia que ejercen contra los ciudadanos”.

El pasado jueves los grupos opositores denunciaron la muerte de al menos 65 personas, lo que se incrementó el viernes al conocerse varias masacres como el ataque contra viviendas de Homs, en las que murieron más de una decena de niños.

Un importante incremento de la violencia se habría desarrollado los últimos días en Homs, Hama e Idlib, donde las fuerzas militares estarían combatiendo fuertemente a los opositores de Al Asad que avanzan buscando controlar Damasco.

El martes próximo se reunirá la Liga Árabe y el Consejo de Seguridad de la ONU, para conseguir el apoyo a la iniciativa que estipula la salida del poder de Bachar al Asad y la formación de un gobierno de unidad nacional.

Además la Liga Árabe estudia la posibilidad de que el Consejo de Seguridad desarrolle una intervención militar en Siria, lo que según sondeos es rechazado por gran parte de la población.

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